“Cada día llevo en mi corazón, con dolor, el sufrimiento de las poblaciones” debido a las hostilidades en curso.
El papa Francisco hizo su llamado a un alto al fuego entre Israel y el movimiento palestino Hamás, un conflicto con graves consecuencias humanitarias, el cual amenaza con extenderse en el Medio Oriente.
Desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico del Vaticano, Francisco manifestó ayer al mediodía en sus palabras a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, luego del rezo del Ángelus, “cada día llevo en mi corazón, con dolor, el sufrimiento de las poblaciones” por las hostilidades en curso.
Miles de muertos
El sumo pontífice se refirió a “los miles de muertos, heridos, desplazados, la inmensa destrucción, que causan dolor y terribles consecuencias para los pequeños e indefensos, que ven comprometido su futuro” por ese conflicto, donde ya perdieron la vida más de 30 mil personas en la Franja de Gaza, víctimas de bombardeos de Israel.
“¿Realmente creemos que podemos construir un mundo mejor de esta manera?, ¿Realmente creemos que podemos lograr la paz?”, preguntó el obispo de Roma, y a continuación expresó que “todos decimos ¡Basta, por favor!, ¡Deténganse!”.
ALTO AL FUEGO
Por tal razón, “aliento la continuación de las negociaciones para un alto al fuego inmediato en Gaza y en toda la región, para que los rehenes sean liberados inmediatamente y devueltos a sus seres queridos que los esperan ansiosamente, y la población civil pueda tener acceso seguro a la ayuda humanitaria necesaria y urgente”, aseveró.
El papa Francisco recordó a continuación que el martes se celebra el segundo Día Internacional para la Concientización sobre el Desarme y la No Proliferación, y lamentó: “¡Cuántos recursos se desperdician en gastos militares que, debido a la situación actual, lamentablemente siguen aumentando!”.
“Espero sinceramente que la comunidad internacional comprenda que el desarme es ante todo un deber, el desarme es un deber moral”, enfatizó el Pontífice, quien reconoció que se requiere de la “valentía por parte de todos los miembros de la gran familia de naciones para pasar del equilibrio del miedo al equilibrio de la confianza”, aseguró.
