Arce denuncia que EEUU busca controlar geopolíticamente América Latina por sus recursos naturales

Arce llamó a prepararse “para resistir y vencer”.

En la XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, el presidente Luis Arce denunció este miércoles que el despliegue militar de los Estados Unidos en aguas circundantes al territorio del Caribe venezolano, con la excusa de la lucha contra las drogas, tiene el objetivo de controlar geopolíticamente América Latina por sus recursos naturales.

“Sabemos que, en realidad, detrás de esa fallida guerra internacional contra las drogas, está lo aparente y que el objetivo central es ocultar ante el mundo su interés real: Controlar geopolíticamente América Latina por los recursos naturales que tenemos y destruir al pueblo organizado para evitar que sigamos un camino propio y soberano”, afirmó.

Arguyendo una lucha contra los cárteles del narcotráfico, la administración de Donald Trump desplegó tres buques con 4.000 soldados en las aguas del Caribe, cerca de Venezuela, además, reforzó la presencia de aviones, barcos y lanzamisiles.

Citada por medios internacionales, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró el martes que Estados Unidos está preparado para "usar todo su poder" y frenar el "flujo de drogas hacia su país".

Al condenar estas acciones y expresar su solidaridad con el Gobierno y pueblo de Venezuela, el presidente boliviano advirtió que “pretender militarizar el Caribe y Sudamérica, bajo un discurso de lucha contra el narcotráfico, revive viejos patrones de imposición que nuestros pueblos ya han rechazado categóricamente”.

Aseguró que “la Historia de nuestra región nos recuerda que estas doctrinas de intervención nunca trajeron seguridad ni prosperidad, sino más bien inestabilidad, violencia y dependencia”.

Arce reprochó que la administración de Donald Trump pretenda pagar $us 50 millones de recompensa por información que lleve al arresto del mandatario venezolano, y lo consideró “irrespetuosa”, “una afrenta” y “un acto inaceptable de injerencia, y un ataque directo a la soberanía de los pueblos”.

La actitud fue comparada con los “múltiples complots” que Washington digitó para asesinar a los entonces presidentes de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez.

Como muestra de su interés en la lucha antidroga, Arce demandó a los Estados Unidos “acabar con la demanda de todo tipo de drogas que existe dentro de su territorio y poner alto a las industrias de armas y a la industria de la cultura banal que acompaña a los empresarios de la droga”.

Arce llamó a prepararse “para resistir y vencer”.

“Bolivia se suma a la voz firme del ALBA-TCP para rechazar toda forma de injerencia y para reiterar que América Latina y el Caribe son y deben seguir siendo una zona de paz”, defendió en alusión a la “Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz” asumida en 2014 por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

En ese sentido, aseguró que la verdadera seguridad de los “pueblos no se construye con la presencia de buques de guerra ni con el despliegue de tropas extranjeras, sino con más integración, más justicia social, más democracia y más soberanía”.

“El ALBA-TCP debe afirmarse como un bastión de resistencia y de esperanza, una voz unida que diga al mundo que nuestros pueblos no aceptarán imposiciones ni amenazas. Estamos aquí para reafirmar que la dignidad no se negocia, que la soberanía no se cede y que la paz no se militariza”, enfatizó.

A sus homólogos de los países que integran el ALBA-TCP les instó a construir un pronunciamiento “firme y digno que exprese la voluntad colectiva de defender nuestra región como un territorio de paz, de democracia y de libertad”.

ABI

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