El mandatario recordó que el país posee la reserva de litio más grande del mundo, además de importantes yacimientos de tierras raras, minerales e hidrocarburos.
El presidente Luis Arce trazó, en su mensaje por el Bicentenario de Bolivia pronunciado desde la Casa de la Libertad, una línea histórica que une el pasado colonial con los desafíos contemporáneos del país: la permanente amenaza externa sobre los recursos naturales.
“Desde la plata de Potosí hasta la ambición por el litio, nuestro pueblo ha sido el mayor obstáculo para los grandes intereses transnacionales”, afirmó el mandatario en su mensaje a la nación, el quinto y último de su mandato constitucional, al tiempo que convocó a la unidad para consolidar un modelo de desarrollo basado en la industrialización, la soberanía y la justicia social.
Arce definió esta etapa como el inicio de una nueva era para Bolivia y aseguró que la historia del país es también la historia de una resistencia frente a los poderes que buscaron someterla para explotar sus riquezas.
Afirmó que, una vez más, el país está llamado a defender su derecho a decidir sobre su destino y a proteger los sueños colectivos de bienestar y dignidad.
País codiciado
Durante su intervención, el jefe de Estado recordó que Bolivia posee la reserva de litio más grande del mundo, además de importantes yacimientos de tierras raras, minerales, hidrocarburos y una enorme biodiversidad.
A esto sumó el potencial cultural y turístico del país, con su gastronomía, música, danzas y paisajes únicos. “Tenemos todo para proyectarnos con optimismo hacia una Bolivia industrializada”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que esa proyección genera nuevas presiones externas que, como en el pasado, intentan influir en las decisiones del país a través de mecanismos políticos, económicos o mediáticos.
Punto de partida
Arce enfatizó que el Bicentenario no es un punto de llegada, sino el comienzo de una nueva era para Bolivia.
“Que nadie detenga este proceso. No cambiemos el rumbo. Hoy más que nunca necesitamos unidad, madurez y compromiso con Bolivia”, instó, en alusión a los sectores que —según el mandatario— buscan debilitar el proyecto político del Estado Plurinacional.
El llamado incluyó una apelación directa a los jóvenes del país, a quienes describió como protagonistas de la Bolivia del futuro: tecnológica, industrializada y soberana.
Reiteró que, pese a las dificultades, el país “no se rinde” y que los logros alcanzados en estos años deben ser defendidos por toda la sociedad.
Conquistas sociales
En su mensaje, Arce pidió no dejarse vencer por el egoísmo ni la mezquindad, y reafirmó que “nada ni nadie están por encima de los sueños del pueblo”. Reivindicó la construcción del Estado Plurinacional como un proyecto de justicia social, descolonización, equidad de género y erradicación del racismo.
“No permitamos que nos arrebaten las conquistas sociales”, expresó. Según Arce, el país ha demostrado históricamente su capacidad de sobreponerse a las adversidades mediante la unidad y la lucha. “En la Bolivia del Bicentenario nadie está de más. Necesitamos de todas y todos para vencer los obstáculos”.
Futuro con sueños
En una parte de su discurso, el mandatario se dirigió a los bolivianos que viven fuera del país. “Estamos seguros de que, al igual que nosotros, sienten el regocijo y orgullo de haber nacido en esta tierra. Bolivia los espera con los brazos abiertos y nunca los olvida”, dijo, subrayando que el Bicentenario también es una celebración de la identidad nacional más allá de las fronteras.
Llamó a mantener viva la esperanza, a continuar construyendo una patria que combine crecimiento con justicia social, y a resistir toda forma de dominación.
“Somos una patria de vencedores, que sabe reponerse y luchar por un futuro lleno de esperanza y prosperidad”, sostuvo.
AEP