El ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, afirmó que el nuevo Gobierno recibió un Estado “en quiebra económica y sin información”, por lo que impulsará una reorganización institucional que priorice la coordinación, la eficiencia y la austeridad.
El ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, informó este lunes que el Gobierno implementará una reorganización del Órgano Ejecutivo, tras asegurar que la administración estatal fue recibida en una situación de profundo deterioro institucional y financiero.
Durante un encuentro con medios de comunicación, Lupo afirmó que la actual gestión se encontró con un Estado “sumido en el desorden, en la falta de información y en la quiebra económica”, lo que calificó como una “descripción objetiva” y no una figura discursiva, haciendo referencia a la declaración del presidente Rodrigo Paz, quien describió el estado de la administración pública como una “cloaca”.
“No hay un solo recurso, no tenemos información, equipos, y lo que no podemos hacer es esperar para resolver. Nuestro deber es darle respuesta al pueblo boliviano”, sostuvo el ministro.
Como parte de las primeras medidas, Lupo anunció la reorganización del Ministerio de la Presidencia, que priorizará la coordinación intergubernamental, la articulación legislativa, el trabajo con autonomías y la atención a los movimientos sociales. También señaló que, en una etapa posterior, este despacho asumirá tareas vinculadas al tema de tierras.
El ministro adelantó que las funciones operativas que antes realizaba esa cartera —como la ejecución de obras públicas menores— serán transferidas a otras instituciones competentes, con el objetivo de evitar prácticas prebendales y concentrar el rol estratégico del Ministerio.
Asimismo, informó que los cambios se realizarán bajo una política de austeridad, debido a la falta de recursos, y en un marco legal ajustado a la Ley de Organización del Poder Ejecutivo (LOPE), mediante un decreto transitorio.
Lupo señaló que la nueva estructura de gobierno buscará eliminar el llamado “Estado tranca”, permitiendo una gestión pública más ágil, eficiente y transparente, orientada a la estabilización económica y al restablecimiento de la institucionalidad.
“Estas medidas permitirán al Estado dar respuestas rápidas, con disciplina y con servicio público, para que Bolivia salga de la crisis y recupere oportunidades y progreso”, afirmó.
AEP

