En 1985 nace la cuarta sección de la provincia Murillo.
Lograr la autonomía de El Alto de La Paz no fue sencillo. Este desafío fue emprendido por un grupo de vecinos aglomerados en el primer comité cívico denominado Furia, organización que inició en 1984 los trámites ante el entonces Congreso Nacional para que se promulgue la ley que crea la cuarta sección municipal de la provincia Murillo, cuya capital es la urbe alteña.
En 1984 surgió la demanda de “autonomía total de la ciudad de El Alto”, que fue impulsada por el primer comité cívico de esta urbe denominada Frente de Unidad y Renovación Independiente Alto-La Paz (Furia), relató a Ahora El Pueblo Santiago Sanga, uno de los integrantes de esta organización.
Los integrantes de Furia, encabezados por Miguel Aramayo, su presidente, elaboraron documentación para respaldar su demanda ante el Congreso Nacional.
“Presentamos estos documentos a Julio Garrett Aillón, que era presidente del Congreso, y él nos recibió los papeles para que se trate en el congreso”, comentó.
La misión era la descentralización de El Alto de La Paz y administrar sus propios recursos para ejecutar obras.
Según Sanga, conseguir algún proyecto para los alteños era casi imposible porque dependían del municipio paceño que centralizaba los recursos de impuestos solo para la hoyada.
El Faro Murillo hace 30 años, El Alto, /Foto: Althu Pata.
“Mientras nosotros no recibíamos nada, vivíamos con varias limitaciones en servicios básicos, no teníamos agua potable, apenas una pileta por barrio”, dijo.
Oposición
Sin embargo, la intención de estos dirigentes cívicos se vio obstaculizada por opositores al desarrollo de El Alto, afirmó Sanga, quien era secretario de actas de Furia.
Parte de estos opositores eran las autoridades ediles de La Paz, incluso vecinos que se oponían a la autonomía.
Por este rechazo, los dirigentes de Furia demoraron casi un año peregrinado en trámites. Hasta que el 6 de marzo de 1985 se convocó a una sesión para aprobar la ley que crea la cuarta sección municipal de la provincia Murillo, con su capital, El Alto.
“Ese día lloramos de alegría, saltamos y nos abrazamos. Sabíamos que iban a sesionar y tratar la ley, por eso llegamos a la plaza Murillo. Eran las 11.00 del 6 de marzo cuando aprobaron la ley”, contó.
Para el exdirigente, quien trabajó como minero en el Centro Minero de Milluni, distrito rural de El Alto, la conquista no hubiera sido posible sin la entereza de los integrantes de Furia, en especial de Aramayo.
Hoy que El Alto cumple 40 años de vida independiente de La Paz, Sanga, quien ahora tiene 76 años, expresó que jamás se imaginó ver crecer esta ciudad.
“Nosotros hemos luchado para que El Alto cuente con sus propios recursos, pese a que era una ciudad en la que nadie quería vivir; con la migración se llenó totalmente y ahora vemos cómo ha crecido y sigue aún creciendo”, declaró emocionado.
AEP