Los dos candidatos a la vicepresidencia en pleno debate, organizado por el TSE y dos medios de comunicación.

Los vicepresidenciables se centraron en atacarse y dejaron de lado las propuestas

Desde el Órgano Electoral se admitieron las falencias en el formato, sin embargo, se destacó que la realización del foro se constituyó en un hito democrático.

El primer debate vicepresidencial entre Edmand Lara (Partido Demócrata Cristiano) y Juan Pablo Velasco (Libre) terminó marcado por los ataques personales y las descalificaciones mutuas, dejando en segundo plano las propuestas económicas y sociales, de acuerdo con la opinión de analistas, autoridades e instituciones.

El encuentro, organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), no logró cumplir las expectativas ciudadanas de escuchar ideas concretas sobre cómo enfrentar la crisis económica y fortalecer la gobernabilidad.

Diversas autoridades y actores públicos coincidieron en señalar que el evento careció de contenido y moderación efectiva. El viceministro de Coordinación Gubernamental, Gustavo Torrico, criticó duramente el foro, calificándolo como un “show” sin contenido ni propuestas, y cuestionó tanto el desempeño de los candidatos como la organización del evento.

“De debate no tenía nada, absolutamente nada. Todo el show que se ha armado ha sido la construcción de un gran circo para tener simplemente a dos tristes comediantes al frente. Ha sido una vergüenza, tanto lío para nada”, afirmó Torrico.

El viceministro señaló que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no hizo cumplir las reglas establecidas, entre ellas la prohibición de ingresar con apuntes o dispositivos electrónicos.

Torrico lamentó que el foro se haya convertido en un espacio de ataques personales en lugar de un intercambio de ideas sobre temas de interés nacional como la economía, la política tributaria o la reforma constitucional.

“Uno decía ‘vamos a modificar el tema tributario, vamos a modificar la Constitución’, pero nadie explicaba cómo. Si uno propone dejar de cobrar impuestos, ¿de dónde va a salir la plata? Eso había que debatir. Ninguno tenía la capacidad de responder”, cuestionó.

El alcalde de La Paz, Iván Arias, lamentó que el intercambio haya perdido su carácter propositivo: “En el debate, ambos han perdido y ha perdido el país. Porque en realidad no fue un debate, fue una batalla entre el que mira el pasado y el que propone mirar el futuro. Uno traía un río de ideas, pero se chocó con una represa, con una muralla. Uno quería dialogar en paz y el otro solo buscaba ofender. Ambos han perdido y ha perdido el país”, expresó.

A las observaciones políticas se sumaron también las críticas desde el gremio periodístico. El presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Raúl Novillo, cuestionó el rol pasivo de los moderadores y la falta de autoridad del TSE para controlar los ataques personales.

“Han puesto dos moderadores, pero se limitaron a contar el tiempo. Eso no es debate. Los candidatos se atacaban entre ellos y nadie ponía orden. Los moderadores se convirtieron en simples contadores de tiempo y eso no puede ser”, declaró a Radio Panamericana.

Novillo advirtió, además, que la ausencia de periodistas en la conducción del evento debilitó la calidad informativa del debate. De cara al debate presidencial del próximo 12 de octubre, Novillo pidió que los periodistas asuman la conducción del formato, con preguntas estructuradas y centradas en los planes de gobierno.

El analista político Javier Flores fue contundente al calificar el encuentro como “pobre en contenido” y marcado por el desconocimiento de los temas centrales del país. “Los candidatos carecen de conocimientos básicos para asumir una responsabilidad tan importante. No hubo lógica discursiva. Uno de ellos leía un libreto improvisado, mientras el otro se dedicó a desprestigiarlo”, observó.

AUTOCRITICA

El periodista Tuffi Aré, uno de los moderadores del debate vicepresidencial, reconoció las críticas que recibió por su desempeño y asumió la responsabilidad de haber tenido un rol “anodino e irrelevante” durante el evento, que estuvo marcado por los ataques personales y la falta de profundidad en las propuestas.

“Hay críticas que he recibido por mi rol de moderador anoche en el debate. Las recibo con toda la humildad y apertura de siempre. De los errores se aprende más que de los aciertos. Coincido en que esta vez tuve un rol anodino e irrelevante. Se esperaba más, y entiendo y asumo las críticas”, escribió Aré en una reflexión pública difundida ayer.

El periodista explicó que hubo limitaciones estructurales y decisiones de último momento que impidieron ajustar el formato del encuentro, pese a las deficiencias advertidas antes de su realización.

Por su parte, el vocal del TSE Gustavo Ávila defendió la realización del debate y sostuvo que el propósito principal fue promover la transparencia y el ejercicio democrático.

“El debate ha sido organizado con un propósito: que el pueblo boliviano vea, escuche y evalúe a los candidatos. Es un logro para el Órgano Electoral tenerlos debatiendo, mostrando programas y propuestas. Nos vamos contentos porque venció la democracia”, afirmó.

Ávila añadió que el evento permitió a la población conocer a los candidatos y sus planteamientos, aunque reconoció que será la ciudadanía la que evalúe la calidad del intercambio.

En tanto, el vocal Tahuichi Tahuichi Quispe destacó que la realización del foro marcó un hito en la democracia boliviana, aunque reconoció que el formato y la conducción del evento deben mejorarse para garantizar un diálogo más ordenado y propositivo en el próximo debate presidencial, que se realizará el domingo 12.

AEP

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