El presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca en puertas de la Casa de la Libertad, en la ciudad de Sucre.

Presidente Arce: Que nadie se equivoque, el ajayu del Proceso de Cambio sigue vivo

El Jefe de Estado aseguró que el pueblo dejó de ser espectador para convertirse en protagonista. “No espera salvadores, construye destinos. Sin dueños ni patrones”.

“Que nadie se equivoque: el ajayu del Proceso de Cambio sigue vivo”, afirmó ayer el presidente Luis Arce en alusión a los logros de su gestión y al proceso de transformación en Bolivia, que continuarán más allá de su Bicentenario.

“Que nadie se equivoque, el ajayu del Proceso de Cambio sigue vivo, late en las plantas industriales que ya producen, en los recursos estratégicos que nunca más servirán a intereses extranjeros, en las juventudes que sueñan, en las comunidades que gobiernan, en cada wiphala y tricolor que se alzan frente a la tempestad”, dijo el mandatario en su discurso por el Bicentenario del país.

Pueblo protagonista

El mandatario aseguró que el pueblo ya no es espectador, sino que se convirtió en el protagonista. “No espera salvadores, construye destinos. Sin dueños ni patrones”, resaltó.

En su discurso por los 200 años de independencia de Bolivia, el Jefe de Estado indicó que el camino de transformación no lo abrió un solo hombre, sino “los pies descalzos de las marchas,
los mineros con dinamita en el pecho, las madres que con hambre hicieron historia, los pueblos que resistieron en silencio y hoy hablan por ellos mismos”.

El mandatario llegó a Sucre la pasada semana para participar en los actos en homenaje del Bicentenario de Bolivia, que ayer tuvo su punto más alto con la Sesión de Honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional en la histórica Casa de la Libertar, donde emitió su mensaje.

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“Nuestro Bicentenario no es un punto final. Es una línea que continúa hacia una Bolivia más justa, más sabia, más soberana. Dejamos este ciclo con la convicción firme:
que el futuro no está escrito, pero tiene nombre. Se llama pueblo. Se llama dignidad.
Se llama Bolivia”, apuntó.

El mandatario advirtió de que mientras haya un corazón que recuerde, una voz que cante, una semilla que germine y un pueblo que luche el ajayu estará ahí. “¡En este Bicentenario debemos estar con la frente en alto, con el corazón firme y con el alma decidida! ¡Construyamos unidas y unidos los próximos 200 años y más!
¡Que viva nuestro Bicentenario!
¡Que viva Bolivia!”, exclamó el mandatario en la Casa de la Libertad, donde hace 200 años se firmó el Acta de Independencia de Bolivia del dominio español.

AEP

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