El presidente, Luis Arce, y el vicepresidente, David Choquehuanca, en puertas de la Casa de la Libertad.

Presidente deja al país “tres banderas” que definen el Bicentenario de Bolivia

Aseguró que la nación está en medio de un cambio estructural imparable, que ya da resultados y cuyos frutos se multiplicarán pronto, siendo la industrialización uno de los más claros.

El presidente, Luis Arce, afirmó ayer, 6 de agosto, desde la Casa de la Libertad, que, a pesar de los ataques, las presiones económicas y los intentos de desestabilización, Bolivia avanza por una senda de transformación estructural con soberanía económica, dignidad nacional y justicia social.

En su discurso por los 200 años de la independencia del país, el mandatario destacó, en su quinto y último mensaje constitucional a la nación, que su gobierno, que se inició el 8 de noviembre de 2020, ha logrado plantar tres banderas que definen el espíritu del Bicentenario: protección al pueblo, defensa de los recursos naturales y construcción de una patria libre de dependencia económica.

ECONOMÍA EN TRANSICIÓN

Arce reconoció que el país atraviesa dificultades como escasez de combustibles, presión sobre las divisas y especulación de precios.

Sin embargo, calificó estos problemas como “coyunturales” y afirmó que no deben interpretarse como señales de debilidad, sino como parte del costo del proceso de transformación.

“Estamos en medio de un cambio estructural imparable, que ya da resultados y cuyos frutos se multiplicarán muy pronto”, sostuvo.

Destacó que Bolivia ha sentado las bases de una economía de base ancha y diversificada, con un plan de industrialización en marcha como eje del nuevo modelo de desarrollo.

PRIMERA BANDERA

La primera gran bandera del actual Gobierno, de acuerdo con el mandatario, ha sido la protección social en medio de la adversidad.

A pesar de las tensiones políticas, los bloqueos y los intentos de sabotaje, Arce aseguró que se mantuvieron intactos pilares clave como la subvención a los hidrocarburos, la salud gratuita y los bonos sociales.

“Nunca abandonamos al pueblo”, enfatizó. Señaló que estas medidas han permitido sostener el poder adquisitivo de las familias bolivianas y generar una redistribución más justa de la riqueza, incluso en contextos adversos.

SEGUNDA BANDERA

La segunda bandera que mencionó es la soberanía nacional en la gestión de los recursos estratégicos. En un mensaje, subrayó que su gobierno no se ha arrodillado ante ningún imperio ni ha entregado las riquezas del país a intereses externos. “Jamás vendimos la Patria”, afirmó.

Rechazó las acusaciones que sugieren cesiones del litio boliviano a actores internacionales y recalcó que se están desarrollando proyectos de industrialización en manos del Estado, bajo control nacional, como parte de una estrategia para consolidar a Bolivia como un actor clave en la economía del siglo XXI.

TERCERA BANDERA

Como tercera bandera, el jefe de Estado resaltó la construcción de una Bolivia independiente de toda dependencia económica, mediante obras concretas. Cada planta industrial, carretera, escuela, hospital y puente, dijo, es parte de una victoria colectiva hacia una patria digna.

“No hay mejor manera de conmemorar el Bicentenario que con obras que transforman la vida de nuestro pueblo”, remarcó. Añadió que el tributo a los próceres de la independencia se expresa hoy en el esfuerzo diario de construir un país que no dependa ni económica ni políticamente de nadie.

Remarcó que Bolivia se encuentra ante un horizonte de desarrollo con soberanía, respaldado por un pueblo que ha resistido ataques “inmisericordes” y que no ha renunciado a su derecho al bienestar y a la dignidad.

“Tenemos el orgullo de decir que, a pesar de todo, seguimos firmes. Con obras, con industrialización, con dignidad. Bolivia avanza y el Bicentenario nos encuentra de pie”, indicó.

AEP

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