Hace 50 años un violento golpe militar acabó con una de las democracias más estables de América Latina, puso fin a la tradición de las Fuerzas Armadas chilenas de no involucrarse en la política y marcó el comienzo de una dictadura de 17 años de Augusto Pinochet.
La Paz, 12 de septiembre de 2023 (AEP).- El presidente Luis Arce recordó este año, en tres oportunidades, la figura del socialista Salvador Allende y estuvo presente ayer en la capital chilena en el homenaje al exmandatario y a las víctimas del golpe de Estado de 1973.
Hace 50 años un violento golpe militar acabó con una de las democracias más estables de América Latina, puso fin a la tradición de las Fuerzas Armadas chilenas de no involucrarse en la política y marcó el comienzo de una dictadura de 17 años de Augusto Pinochet.
Con el respaldo de Estados Unidos, Pinochet impuso la dictadura con cientos de asesinatos y desaparecidos, incluidos los crímenes en el extranjero ejecutados en coordinación con otros regímenes militares de Sudamérica en el denominado Plan Cóndor.
Además del Primer Mandatario boliviano y el anfitrión, Gabriel Boric, otros jefes de Estado latinoamericanos de corte socialista estuvieron presentes en Santiago: Andrés Manuel López Obrador, de México, y Gustavo Petro, de Colombia.
La ceremonia se detuvo a las 11.52, la hora en que hace 50 años comenzó el bombardeo sobre el Palacio de La Moneda, sede de la presidencia chilena, y se cumplió un emotivo minuto de silencio.
Isabel Allende, hija del presidente Allende; y Maya Fernández, actual ministra de Defensa y nieta del presidente chileno, estuvieron en la ceremonia de homenaje.
REPUDIO
Luis Arce reafirmó en La Moneda que Bolivia deplora las sublevaciones militares y que está comprometida con la democracia.
“Nosotros deploramos todo tipo de actitud en contra de la democracia, no solamente con golpes de Estado como este, también con la moderna forma de hacer golpes de Estado a través de los parlamentos, a través del Órgano Judicial, a través de todas las instancias que quieran violar la democracia”, dijo el Jefe de Estado a su ingreso al histórico edificio bombardeado medio siglo atrás.
Arce enfatizó que el pueblo boliviano está comprometido con la democracia y que su administración apoya todas aquellas iniciativas que propongan el fortalecimiento de los lazos de hermandad y democracia en la región.
ALLENDE
Salvador Allende se había embarcado en una agenda que incluyó la nacionalización de la industria del cobre, la redistribución de tierras y el control estatal sobre otras industrias estratégicas y los bancos.
A medida que la economía se salía de control y la polarización política alimentaba una violencia cada vez mayor, empresarios, políticos conservadores, profesionales y algunos gremios presionaron para que los militares actuaran.
El golpe de Estado de 1973 estuvo encabezado por Augusto Pinochet y dio lugar a uno de los episodios más oscuros de la historia de ese país.
Se estima más de 40 mil víctimas de ese régimen, entre asesinados, detenidos desaparecidos y torturados, sin contar los más de 200 mil exiliados.
El presidente Gabriel Boric, quien encabezó la ceremonia, recordó que la acción de las Fuerzas Armadas y Carabineros “trajo muerte, sufrimiento, persecución” a su país.
“Desde el mismo momento del golpe de Estado se violaron los derechos humanos de los chilenos y chilenas”, recordó.
Para el gobernante trasandino es importante que nunca más la violencia sustituya a la convivencia pacífica y al debate democrático.
“Hoy decimos ante Chile y el mundo: democracia hoy y siempre”, señaló.
Medio siglo después del golpe militar, Chile aún está dividido entre los que defienden y repudian la dictadura.
”El diario de Francisca”, el relato de una niña sobre el golpe
”Son las 11:45 am. El ejército, la marina y la aviación han decidido echar a (Salvador) Allende y a sus ministros. Allende está en La Moneda y el ejército, la marina y la aviación le dijeron a Allende que se rindiera porque, si no se rendía, iban a atacar por tierra y por aire. Resultado: Allende no se rindió y bombardearon La Moneda”.
Así comienza el relato escrito el 11 de septiembre de 1973 por Francisca Márquez, una niña chilena que en ese entonces tenía 12 años. En su diario de vida, Francisca plasmó desde su perspectiva lo que sucedió antes, durante y después del golpe militar liderado por Augusto Pinochet, que terminó por derrocar al entonces presidente Salvador Allende y que cambió para siempre la historia de Chile.
La serie de textos fueron publicados en 2019, en un libro llamado El diario de Francisca, de la editorial Hueders, y presentan un reflejo de cómo se fue polarizando la sociedad chilena en esa época, siendo ella testigo del quiebre institucional durante el gobierno de la Unidad Popular liderado por Allende, y de la posterior vida bajo el régimen militar.
Márquez, antropóloga y académica, comenzó a escribir diarios de vida cuando tenía siete años, luego de ser operada de un riñón.
Dos bolivianos fueron ejecutados en septiembre de 1973, en la dictadura de Augusto Pinochet
Augusto Pinochet fue el mentor de la Operación Cóndor, un sistema secreto para el intercambio de presos políticos en América del Sur.
En 1992 se descubrió miles de documentos secretos —un total de cinco toneladas— de la Policía del dictador paraguayo Alfredo Stroessner, conocidos ahora como los “Archivos del Terror”, que revelaron la existencia de la Operación Cóndor.
El acuerdo tácito entre las dictaduras militares de entonces facilitaba el intercambio de prisioneros políticos, informes de los servicios castrenses o policiales de información y hasta de ciertas fórmulas de torturas, algunas de “tipo casero”, con latigazos, salmuera y otros “ingredientes”.
Otras recetas del mismo tenor indicaban “cómo mantener vivos a los torturados”, siempre de acuerdo con los documentos encontrados en los archivos secretos.
El presidente Luis Arce recordó que en la dictadura de Pinochet también fueron asesinados ciudadanos bolivianos.
Jorge ‘Chichi’ Ríos y Jorge Ignacio Soto, estudiantes de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), fueron detenidos y ejecutados por la dictadura chilena en septiembre de 1973.
Los dos jóvenes bolivianos forman parte de los más de 60 casos de ciudadanos extranjeros identificados por la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación en 2003 y la Comisión Asesora Presidencial para la Calificación de Detenidos Desaparecidos, Ejecutados Políticos y Víctimas de Prisión Política y Tortura en 2011, como víctimas extranjeras de la represión en Chile.
Entre ellos, hubo ciudadanos de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay y España.
También rememoró que hace años, como se pretende en la actualidad, hubo un trabajo fuerte para hacer pelear a los cocaleros y atentar contra el Gobierno.
“Los dirigentes de Adepcoca convocaron a seminarios en Yungas y fueron Iván Arias, Gonzalo Rivera, entre otros; quienes luego (en 2020) tuvieron sus cuotas de poder, entonces consumaron el golpe de Estado (2019) para desfalcar las arcas del Estado”, expresó.
Durante esos encuentros, los invitados inculcaron y adoctrinaron el odio entre los cocaleros porque solo hablaban mal del Gobierno para alimentar sentimientos de rencor.
“Generaron descontento en las bases y peor en los jóvenes, lavándoles el cerebro; por ello, no vamos a permitir más injerencia de grupos violentos ni de políticos”, estableció.