El exministro, condenado por corrupción y sobreprecio en gases lacrimógenos, permanecerá en celdas de la FELCC mientras un juez define su situación jurídica.
Este jueves al mediodía, el exministro de Gobierno Arturo Murillo arribó a La Paz deportado desde Estados Unidos, donde cumplió una condena por lavado de dinero. Tras su llegada al Aeropuerto Internacional de El Alto, fue trasladado a las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), escoltado por un fuerte operativo policial y sin emitir declaraciones.
Murillo permanecerá bajo custodia mientras un juez define su situación jurídica por el caso de los Gases lacrimógenos, que le valió una condena de ocho años de prisión y un daño económico al Estado estimado en 2,3 millones de dólares.
También tiene otra sentencia por el caso Gases de Ecuador y enfrenta seis procesos adicionales por legitimación de ganancias ilícitas, incumplimiento de deberes, robo agravado y uso indebido de influencias en contrataciones estatales.
Antes de ser trasladado a La Paz, el exministro permaneció en celdas policiales en Santa Cruz y fue sometido a un control médico.
Su llegada marca un momento clave para la justicia boliviana, que busca hacer cumplir las condenas y garantizar que Murillo responda por los actos de corrupción y las decisiones polémicas durante su gestión en el gobierno de facto de Jeanine Añez, incluido su rol en la represión de protestas de 2019.
La audiencia para definir su situación jurídica se espera para este viernes, mientras la Fiscalía insiste en que las sentencias pendientes se ejecuten de inmediato.
AEP