Pedro Montenegro fue extraditado a Brasil en 2019, donde cumple una condena por narcotráfico. La Fiscalía boliviana busca su retorno para procesarlo por delitos pendientes.
La Fiscalía Departamental de Santa Cruz anunció que solicitará oficialmente la extradición de Pedro Montenegro, quien actualmente cumple condena en Brasil, para que responda ante la justicia boliviana por los delitos de tráfico de sustancias controladas y legitimación de ganancias ilícitas.
El fiscal departamental, Alberto Zeballos, explicó que, si bien Montenegro ya fue juzgado y sentenciado en el país vecino, en Bolivia aún enfrenta procesos pendientes.
“Se va a solicitar su extradición. Tenemos entendido que él ha sido juzgado en Brasil, pero también debe rendir cuentas ante la justicia boliviana”, precisó Zeballos.
El fiscal detalló que existen acusaciones formales contra Montenegro en el marco de la Ley 1008, relacionadas con el tráfico de drogas, además de una investigación paralela por lavado de dinero, vinculada a la adquisición de bienes presuntamente con recursos de origen ilícito.
La decisión de la Fiscalía se produce luego de que circularan en redes sociales videos y fotografías recientes del narcotraficante, extraditado en 2019, en los que se lo ve con un notorio cambio físico y un estilo de vida aparentemente distinto.
En TikTok, incluso, apareció una cuenta atribuida a él, creada en agosto de 2025, lo que generó controversia y debate público sobre su actual situación.
Caso Montenegro
Pedro Montenegro es considerado uno de los narcotraficantes más buscados de Bolivia. Fue entregado a las autoridades brasileñas en noviembre de 2019, tras un amplio operativo de seguridad, y posteriormente fue condenado a 11 años y ocho meses de prisión por narcotráfico internacional.
De acuerdo con la investigación realizada por las autoridades brasileñas, Montenegro lideraba una red que enviaba drogas desde Bolivia hacia Brasil e Italia, contando con la protección de altos oficiales de la Policía Boliviana, a quienes habría pagado sobornos para evitar su captura.
Las pesquisas en Brasil incluyeron intervención de llamadas telefónicas y seguimientos durante más de un año, lo que permitió identificar toda la estructura criminal y su capacidad de operar a nivel transnacional.
AEP

