Indicó que las protestas son un derecho consagro por la Constitución, por lo cual es respetado y se garantizará siempre que se ejerza dentro del marco de la legalidad.
El comandante general de la Policía Boliviana, Augusto Russo, indicó que el verde olivo no permitirá que la protesta, que es un derecho consagrado, se convierta en un escudo para encubrir a delincuentes.
“La Policía Boliviana seguirá firme cumpliendo su misión constitucional de proteger a todos los bolivianos sin distinción, pero con la claridad de que no permitiremos que la delincuencia se disfrace de protesta, ni que la violencia se imponga sobre la paz y el orden democrático”, resaltó.
Russo indicó que las protestas son un derecho consagro por la Constitución Política del Estado, por lo cual es respetado y se garantizará siempre que se ejerza dentro del marco de la legalidad y del respeto mutuo.
Pero recalcó que esa institución no permitirá que ese derecho “se convierta en un escudo para encubrir a delincuentes, cobardes que asesinan a bolivianos”.
Lamentó que algunas personas aprovechan los conflictos para sembrar el caos, provocar terror en comunidades como Llallagua, y violar los derechos fundamentales, tales como el libre tránsito, el acceso a la salud, a la educación y a la seguridad alimentaria.
El comandante general de la Policía Boliviana, Augusto Russo.
“Nada justifica la violencia, la muerte ni el secuestro de derechos ajenos. Este es un llamado a la unidad nacional. Bolivia no necesita más confrontación, necesita soluciones”, remarcó.
Hace dos semanas, en cercanías del municipio de Llallagua, se instalaron grupos de bloqueadores, pertenecientes a los ayllus afines a Evo Morales, quienes provocaron días de terror y zozobra a la población del lugar, ya que no dejaban ingresar alimento alguno y amenazaban con saqueos.
La Policía Boliviana, en su labor de protección, envió un contingente para controlar la situación, pero los grupos subversivos prepararon una emboscada y atacaron a los efectivos con piedras, armas de fuego, entre otros objetos que causaron graves daños en la humanidad de policías.
El resultado fue de seis personas fallecidas, de las cuales cuatro pertenecían a las fuerzas del orden y las otras dos eran civiles.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, reafirmó las palabras del Comandante General, al indicar que la Policía es respetuosa de los derechos humanos y siempre está orientada a preservar la vida, además de garantizar la libre circulación y protección a los sectores vulnerables.
AEP