La Feria Inclusiva de Autismo reunió a docentes y familias para fomentar la empatía e inclusión

La Feria Inclusiva de Autismo reunió a docentes y familias para fomentar la empatía e inclusión

El trastorno del espectro autista (TEA) se caracteriza por diferencias en la comunicación, el comportamiento e interacción social, que se diagnóstica en 1 de cada 100 niños en el mundo.

La Feria Inclusiva de Autismo se desarrolló ayer en la plaza del Bicentenario de La Paz, un espacio dirigido a profesores, tutores y público en general con el objetivo de promover la inclusión y concienciación sobre el trastorno del espectro autista.

La actividad fue organizada en coordinación con la Federación de Organizaciones Comunitarias de Personas con Discapacidad y Deficiencia de La Paz, a través de la Unidad Ejecutora del Fondo Nacional de Solidaridad y Equidad del Ministerio de la Presidencia.

Antes de la inauguración de la feria se desarrolló una marcha de sensibilización que partió desde el Obelisco y concluyó en la Plaza del Bicentenario.

En el evento participaron organizaciones sociales, familias y colectivos vinculados a la temática de la discapacidad.

Día Mundial

El evento se desarrolló en conmemoración al Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo (2 de abril), para promover inclusión educativa y social, explicó la directora de la Unidad Ejecutora del Fondo Nacional de Solidaridad y Equidad (UE-Fense) del Ministerio de la Presidencia, Rosa Queso.

El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, se convierte en una oportunidad crucial para reflexionar sobre los avances y desafíos que aún enfrentan las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El autismo no es una condición nueva, pero su diagnóstico creció exponencialmente en las últimas dos décadas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 100 niños tiene autismo.

No obstante, la prevalencia global más reciente señala que 1 de cada 36 niños recibe un diagnóstico de TEA, lo que representa un incremento del 317% desde 2000.

Este aumento, aunque atribuido a la mejora en los diagnósticos y la mayor conciencia social, también evidencia la necesidad de crear una red de apoyo integral para las personas con autismo.

El TEA no es una enfermedad, sino una condición que hace que las personas perciban y procesen el mundo de forma diferente. Suele aparecer en la primera infancia, a menudo antes de los tres años, y persiste durante toda la vida de la persona, aunque los síntomas pueden mejorar con el tiempo con el apoyo y la intervención adecuados.

AEP

Sociedad
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