Recicladoras buscan mejorar sus condiciones de trabajo y ser el brazo operativo de los municipios

El expresidente de Alemania Christian Wulff y la comitiva diplomática conocieron la labor de mujeres que transforman residuos en recursos en El Alto.

Un grupo de recicladoras de base, organizadas en Eco Warmis y Recicladoras en Acción, lucha por mejorar sus condiciones de trabajo y consolidarse como un brazo operativo de los municipios. Recientemente, una comitiva de la Embajada de Alemania en Bolivia visitó una industria en El Alto para conocer de cerca su historia.

Según información institucional, la visita se desarrolló en el marco del proyecto Pro Igualdad, ejecutado a través de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) en Bolivia, y del concurso ‘Sello Empresa Comprometida con una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres en el Estado Plurinacional de Bolivia’.

Durante el recorrido, se destacó la historia de Leonarda Chávez, una mujer de más de 75 años que, pese a su edad, sigue contribuyendo al cuidado del planeta mediante el reciclaje.

Leonarda comenzó recolectando huesos y cartones, que cambiaba por alimentos, y con el tiempo el reciclaje se convirtió en su principal fuente de sustento. Su trabajo, sin embargo, ha sido tan duro que incluso perdió uno de sus dedos al manipular desechos.

Apodada ‘Leo’ o la ‘Chica antigua’ en redes sociales, Leonarda compartió su experiencia con el ex-presidente federal de Alemania, Christian Wulff, y el embajador de la República Federal de Alemania en Bolivia, José Schulz, durante su visita a la Industria Ecológica de Plástico Innovaplast en El Alto.

La comitiva también conoció historias de otras recicladoras que enfrentan condiciones similares.

SACRIFICIO Y RESILIENCIA

Carla Chávez, representante de Recicladoras en Acción e hija de Leonarda, destacó que su labor es sacrificada, pues en Bolivia aún falta conciencia sobre la importancia del trabajo de las recicladoras, aunque algunas iniciativas privadas brindan apoyo al sector. Por ello, su objetivo es mejorar las condiciones laborales de quienes se dedican a recolectar y reciclar materiales en desuso.

Victoria Limachi, responsable de Eco Warmis, señaló que la mayor parte de quienes trabajan en este oficio son personas de la tercera edad. Subrayó que estas mujeres podrían convertirse en un brazo operativo de los municipios, al encargarse no solo de recoger y clasificar residuos, sino también de educar a la ciudadanía sobre la separación de basura y el cuidado del entorno.

APOYO EMPRESARIAL

En Bolivia, empresas como Innovaplast han impulsado el empoderamiento económico de las recicladoras, capacitándolas y mejorando sus condiciones de vida. Cecilia Jauregui, representante de la empresa, señaló que, a pesar del respaldo, aún queda mucho por hacer. A diferencia de países como Argentina, donde los municipios pagan un salario mensual a quienes ejercen esta labor, en Bolivia las recicladoras continúan desprotegidas por el Estado.

“El trabajo de las recicladoras aún es muy precario en el país, casi infrahumano. Por eso se necesita apoyo para transformar sus vidas”, afirmó Jauregui.

Innovaplast, ganadora del ‘Sello Empresa Comprometida con una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres’, representó recientemente a Bolivia en la décima Semana de la Integralidad Empresarial, celebrada en Buenos Aires, Argentina, mostrando el impacto de su modelo de responsabilidad social y sostenibilidad.

AEP

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