El Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz reportó 162 casos acumulados de tosferina o coqueluche de enero a julio de este año, por lo que pidió garantizar que los infantes cuenten con el esquema de vacunación completo a fin de protegerlos de la enfermedad.
“Se presentaron más de 700 personas sospechosas, de las cuales 162 salieron positivas de enero a la fecha”, informó el director del Sedes, Jaime Bilbao, en conferencia de prensa.
En las últimas cuatro semanas, Santa Cruz enfrenta un nuevo brote de coqueluche que dejó cuatro niños fallecidos. “Todos menores de un año y sin la vacuna”, lamentó Bilbao.
A la fecha, tres menores se encuentran internados en el hospital y evolucionan de manera favorable.
La tosferina o coqueluche, es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis. Afecta las vías respiratorias, se caracteriza por ataques de tos severa que dificultan la respiración y se transmite mediante gotículas salivales expulsadas al toser o estornudar.
En casos graves, especialmente en lactantes, puede provocar complicaciones como neumonía, convulsiones o incluso la muerte.
El director del Sedes aconsejó que los adultos que tienen una infección respiratoria no se acerquen a los bebés ni a los niños.
“Toda mama que tiene un recién nacido debe evitar exponerlo a visitas de familiares por lo menos hasta sus tres meses, para asegurar la vacunación de la primera dosis de la pentavalente para desarrollar su inmunidad”, recomendó.
Bilbao recomendó a los padres de familia llevar a sus hijos a los establecimientos de salud para que reciban la vacuna contra esta enfermedad.
La vacuna pentavalente protege a los niños contra la tosferina, la difteria, tétanos, hepatitis B, neumonías y meningitis. Se deben aplicar cinco dosis.
Con el esquema acortado de inmunización contra la coqueluche, la vacuna se administra al niño, a partir del mes y medio de vida.
La segunda dosis se aplica a los dos meses y medio; la tercera dosis, a los tres meses y medio; la cuarta dosis, al año y medio; y la quinta dosis a los cuatro años.
ABI
