Bloqueos amenazan a la joya folklórica de Bolivia

Desde el 22 de enero, Bolivia se ha visto sacudida por una serie de bloqueos en carreteras liderados por los seguidores de Evo Morales, generando no solo tensiones políticas sino también un grave perjuicio para una de las joyas culturales del país: el Carnaval de Oruro.

Este evento, reconocido como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco, se encuentra amenazado por estas acciones que ponen en peligro no solo la celebración en sí, sino también la economía local y la proyección internacional de Bolivia.

El Carnaval de Oruro es, sin duda, uno de los eventos más hermosos y significativos del mundo, fusionando elementos de la tradición cristiana y andina en un despliegue de color, música y danza que atrae a miles y miles de visitantes nacionales y extranjeros.

No es solo una fiesta, sino una manifestación de la riqueza cultural y la identidad boliviana que se celebra durante seis días, convirtiendo a la ciudad de Oruro en un epicentro de diversidad y tradición.

En 2001, la Unesco otorgó al Carnaval de Oruro el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, un reconocimiento que resalta su valor cultural y artístico. Este carnaval no solo es un espectáculo de danzas como la diablada, la morenada, los caporales y la llamerada, sino también un símbolo de la unidad en la diversidad que caracteriza a Bolivia.

Sin embargo, los bloqueos de carreteras, focalizados principalmente en el departamento de Cochabamba y extendiéndose hasta la vía La Paz-Oruro, han puesto en jaque la realización de este evento de gran magnitud.

El presidente Luis Arce ha expresado con razón su preocupación, señalando que los bloqueos no solo afectan la llegada de visitantes, sino que también ponen en riesgo el movimiento económico que genera el Carnaval de Oruro.

El impacto económico del carnaval es significativo, con una generación de más de Bs 300 millones en 2023. Esta cifra no es solo un reflejo de la magnitud del evento, sino también del flujo turístico y comercial que rodea a esta festividad. Miles de turistas, tanto nacionales como extranjeros, planifican con anticipación su visita para presenciar este despliegue cultural único en su tipo.

Los bloqueos, lamentablemente, han llevado a la cancelación de reservaciones de miles de turistas extranjeros, quienes anhelaban ser testigos de la magnificencia del Carnaval de Oruro. La pregunta que surge es evidente: ¿quién va a disfrutar de este espectáculo si las carreteras están bloqueadas?

Es imperativo que los líderes de los bloqueos reconsideren sus acciones, tomando en cuenta no solo las implicaciones políticas, sino también el valor incalculable de la tradición y la cultura que representan los carnavales. La diversidad de danzas que desfilan por las calles de Oruro no solo refleja la riqueza cultural de Bolivia, sino que también aporta a la identidad nacional.

Bolivia no puede permitirse perder una de sus expresiones culturales más valiosas y reconocidas a nivel mundial por conflictos que, en última instancia, perjudican a todos.

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