El sincericidio de EEUU

El sincericidio es un neologismo que significa decir la verdad sin prudencia, sin límites, sin inteligencia.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump incurrió, en el amplio sentido de la palabra, en sincericidio cuando criticó las políticas de Joe Biden por la relación comercial que mantiene con Venezuela y desnudó las pretensiones imperiales de su administración.

El magnate —que enfrenta por estos días un total de 37 cargos en una acusación federal relacionada al manejo de documentos clasificados después de dejar la Casa Blanca— confirmó que su gobierno impulsó el colapso de la economía venezolana.

"Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo", confesó el exmandatario durante su primer discurso público luego de su imputación por cargos federales.

Ayer Trump intentó colapsar la economía venezolana y hoy Biden pretende el litio boliviano, el recurso natural estratégico de este tiempo.

En un arranque de sincericidio. Laura Richardson, jefa del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, ante una comisión del Congreso de ese país, señaló su supuesta preocupación por la presencia china en el denominado “triángulo del litio” de Sudamérica, formado por tres países productores del mineral, Argentina, Bolivia y Chile.

“Esta región está llena de recursos y me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios, que se aprovechan de ellos aparentando que están invirtiendo cuando, en realidad, están extrayendo”, dijo la estadounidense afín a Biden.

El intervencionismo de Estados Unidos se equivocó con Venezuela y ahora con Bolivia porque los pueblos al mando de gobiernos progresistas tienen el poder y el control de sus riquezas naturales.

Los gobiernos de la Casa Blanca solo buscan mantener su antigua hegemonía en América Latina, pero ya no es posible por el ascenso de otras fuerzas que están marcando la pauta en la dirección de los asuntos internacionales, como China, India y Rusia.

Estados Unidos sabe que Bolivia importa porque tiene un rol clave en la administración del litio, mineral líder de la nueva economía verde y cuyo precio ha aumentado exponencialmente en los últimos años.

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