En defensa del orden constitucional y el gobierno democrático

La conspiración de Evo Morales y sus afines no solamente apunta a desestabilizar al gobierno de Luis Arce, sino a las instituciones democráticas que salvaguardan el orden constitucional y la paz social, entre ellas las Fuerzas Armadas, con una campaña que se alimenta de rumores infundados y noticias falsas en medios y redes para provocar su desprestigio en la población y se generen fisuras en su estructura. Ante este ataque, la entidad castrense reafirmó su defensa de la estabilidad y la democracia en el país.

Esta ratificación va a tono con lo establecido en la Constitución Política del Estado, en su artículo 244: “Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental defender y conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la soberanía del país; asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido, y participar en el desarrollo integral del país”. O sea, lo que diga lo contrario es mera afirmación falsa, infundada y sin sustento.

En medio de la convulsión que alienta el evismo, la desinformación juega su papel en el complot, con declaraciones y publicaciones que difundieron hechos inexistentes: una “discusión irrespetuosa del Alto Mando Militar” y un “comunicado de mandos medios” castrenses. Al respecto, las FFAA, con su comandante en jefe, general Gerardo Zabala, rechazaron esta campaña que tiene la única intención de quebrantar su estructura cohesionada y disciplinada, su prestigio y su credibilidad institucional ante la población.

El mandato constitucional de Arce está asediado por una guerra política, económica, legislativa y mediática declarada por la nueva derecha de Morales y la vieja derecha, en alianza con grupos económicos conservadores, que bloquea 16 créditos externos por $us 1.849 millones y ocasiona una iliquidez de divisas necesarias para la importación de combustibles y el pago de la deuda externa, además de asfixiar a la economía del pueblo con una ola de especulación y agio de los alimentos para generar descontento.

A esto se suma la nueva arremetida de Morales para acceder a una candidatura que está prohibida por la Constitución y un fallo del Tribunal Constitucional, aparte de no contar con un partido y haber concluido el registro de postulaciones ante el Tribunal Supremo Electoral. Lo denunció Arce, por su angurria de poder, el dirigente cocalero y sus leales están dispuestos a llevar a los bolivianos al enfrentamiento, la violencia generalizada, al derramamiento de sangre y a la ruptura del orden constitucional.

Las movilizaciones evistas son abiertamente conspirativas y el Ministerio de Defensa indicó que las FFAA solo actuarán en un caso extremo para garantizar el orden interno, siempre en el marco constitucional y salvaguardando la vida, lo que permitió que el Gobierno no contabilice en cinco años de gestión un solo muerto en protestas sociales. A la par, el mando militar ratificó su compromiso inquebrantable con la paz, el respeto al orden democrático y el servicio a la patria, porque Bolivia quiere vivir en democracia.

Imprimir