Justo tributo a un icono cultural boliviano

El presidente Luis Arce anunció el domingo la decisión de que el Centro Plurinacional de las Culturas y las Artes de Sucre, conocido como La Sombrerería, tome el nombre de la cantautora y poetisa Matilde Casazola.

Al rendir homenaje a Casazola, el Gobierno nacional reconoce a un icono mayor de la música y la literatura y demuestra sensibilidad y tino: Chuquisaca tiene una infraestructura de gran envergadura para bien de los artistas bolivianos de diversa especialidad, un centro llamado a ser referente de las actividades en diferentes expresiones de las artes y las culturas; y este no podía sino tener el nombre de una de las más talentosas y prestigiosas cultoras de la música popular y, a la vez, poeta de amplia trayectoria.

Una vez consolidado el proceso de cambio que transformó Bolivia en un Estado Plurinacional justo e inclusivo se encaminó a la Revolución Democrática y Cultural como referente para guiar la transformación sociocultural que en el país estuvo durante mucho tiempo sometida a sesgos paternalistas y colonialistas. Al igual que toda actividad pública, hoy la cultura y el arte en Bolivia se rigen en parámetros progresistas y de amplio espectro: las bellas artes tradicionales, danza, escultura, pintura, literatura y música, conviven de la mano del folklore, las artes populares tradicionales y sincréticas, así como expresiones modernas y urbanas. El Estado acoge una inmensa variedad de eventos y festividades patrimoniales tangibles e intangibles, y es su deber impulsarlas y promoverlas a todas en las misma medida y condiciones.

Es en este contexto que hace ya algunos años se concluyó —luego de retomar el actual Gobierno su construcción interrumpida por el régimen de facto— la implementación de este centro que destaca en la capital del Estado por su imponente infraestructura: cuenta con salas de teatro, danza, auditorios, cine y espacios para artes visuales; además de un museo para niños, aulas multiuso para talleres de artes, sala de reuniones y otras dependencias.

Canta Matilde Casazola: “...yo no logro explicarme / con qué cadenas me atas / con qué hierbas me cautivas / dulce tierra boliviana…”, parte de una de las canciones referentes de esta patria y de sus hijos desde hace ya varias generaciones.

Y ahí radica precisamente la pertinencia de la decisión oficializada por el presidente Arce: Matilde no solo es una de las artistas bolivianas vivas con mayor renombre internacional; no solo es Premio Nacional de Cultura y creadora de decenas de himnos del cancionero popular; sino, por encima de todo, Matilde es una inigualable creadora de obras de arte referenciales de la bolivianidad. Enhorabuena por esta acertada medida difundida precisamente en el día del natalicio de la homenajeada.

Imprimir