La izquierda y la imperiosa necesidad de unidad

El Gobierno nacional convocó a la unidad de la izquierda para enfrentar a la derecha en las elecciones generales del 17 de agosto. Este llamado, sin duda, es un deber inexcusable porque la historia convoca a todo el bloque popular a converger en un mismo espacio político para continuar con el Proceso de Cambio y resguardar todos los avances del Estado Plurinacional. 

La unidad es la materialización de la exigencia del pueblo para que el bloque popular articule propuestas comunes para enfrentar a la derecha neoliberal y privatizadora.

La conformación de un solo frente es un deber revolucionario para defender los intereses comunes del pueblo boliviano y bloquear al neoliberalismo que pretende retomar el poder para restaurar la vieja República, caracterizada por la discriminación, el racismo, la exclusión, la marginación de las mayorías y la existencia de ciudadanos de primera y segunda.

Es imprescindible que todos los candidatos del bloque popular se despojen de sus intereses particulares y políticos y avancen hacia la unidad para responder con éxito a las demandas del electorado que, en estos días, es bombardeado por propuestas neoliberales que prometen “el cielo y la tierra” para solucionar la crisis económica y otros.

Visualizar un horizonte claro desde la izquierda tiene el fin de evitar el retorno de la derecha que busca regenerar el modelo privatizador que en los años 90 entregó las empresas estatales a la voracidad de los capitales privados y transnacionales. La derecha venderá empresas a precio de gallina muerta como YPFB, BoA, YLB, la Planta de Amoniaco y Urea, Entel y otros.

La derecha busca el renacimiento neoliberal para que el Estado no se inmiscuya en la economía y que las élites económicas y empresariales exporten toda su producción, dejando desguarnecida la mesa de los bolivianos y que la oferta y la demanda sea el Dios que fije los precios de los diferentes productos, en desmedro de los sectores más vulnerables de la sociedad. 

La derecha neoliberal apunta a achicar el Estado a su mínima expresión bajo el consabido “bajar el déficit”, con lo cual se generará una ola de desempleo en el país. Lo que no se dice es que los sectores más afectados serán los profesores y los profesionales de salud. Acudirán a préstamos de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que están condicionados a medidas de shock que harán gemir de hambre al pueblo. 

Los bolivianos y la izquierda deben preservar y profundizar los avances logrados en el Estado Plurinacional como el modelo económico redistribuidor de la riqueza, la inversión pública que impulsa el desarrollo de las regiones, el reconocimiento de los pueblos indígena originario campesinos y proteger el proyecto industrializador.

La izquierda boliviana debe ser capaz de plantear nuevas utopías para seguir construyendo un futuro de bienestar para el pueblo, profundizar el Estado Plurinacional donde impere la justicia social y todos se beneficien de la explotación de los recursos naturales.

AEP

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