La Policía Boliviana cumplió 199 años de vida institucional. Son casi dos siglos en que la institución verde olivo es un pilar de la seguridad y la tranquilidad de los bolivianos, en lo que primero fue la República y ahora, desde 2009, el Estado Plurinacional, lo que revalidó en las recientes movilizaciones violentas y desestabilizadoras del evismo que dejaron seis fallecidos, entre ellos, cuatro efectivos policiales, con su compromiso por el respeto y la defensa de la Constitución, la democracia y el Gobierno constitucional.
La Policía Boliviana fue creada por el decreto ley del 24 de junio de 1826, del mariscal Antonio José de Sucre, tiene la misión de “conservar el orden público, la defensa de la sociedad y la garantía del cumplimiento de las leyes, con la finalidad de hacer posible que los habitantes y la sociedad se desarrollen a plenitud, en un clima de paz y tranquilidad”, señala su Ley Orgánica, bajo los valores de seguridad, paz, justicia y preservación del ordenamiento jurídico para el normal desenvolvimiento de las actividades de los habitantes del país.
El presidente Luis Arce realzó el compromiso, el coraje y la determinación de la Policía ante los desafíos que le tocó asumir en estos 199 años, que ahora van de la mano con la construcción del Estado Plurinacional, con políticas de descolonización y despatriarcalización en sus filas, además de asumir su responsabilidad para ser garante del sistema democrático, el orden constitucional y el respeto al mandato popular y con la mirada puesta en ser un pilar en la promoción del bienestar del pueblo boliviano.
Este aniversario sirvió para rendir homenaje al sacrificio en defensa de la paz de los tenientes Carlos Zapata, Brian Barroso, Cristian Calle y el sargento primero Jesús Mamani, víctimas de la emboscada de grupos armados del evismo en Llallagua, en Potosí, en medio de los bloqueos violentos alentados por Evo Morales para lograr una candidatura prohibida por la Constitución y dos fallos constitucionales. El Gobierno afirmó que no serán honrados solo con palabras, sino con justicia y reconocimiento.
Rumbo al Bicentenario, la Policía afronta nuevos desafíos para adaptarse a las demandas de la sociedad, lo que conllevará su fortalecimiento y modernización con una mayor formación de su factor humano para que la prevención y la persecución del delito sean más eficaces, sobre todo en lo tecnológico, porque el crimen organizado recurre a un modus operandi más sofisticados; aparte de impulsar una mayor cercanía con el pueblo y una lucha frontal contra la corrupción que daña a la imagen de la entidad.
Hoy, más que nunca, la patria demanda una institución verde olivo identificada con los altos objetivos de las grandes mayorías, remarcó Arce, ante la amenaza de quienes quieren hacer de ella un simple brazo represivo para facilitar la entrega de los recursos naturales a la voracidad extranjera y retornar al pasado discriminador. Por esto, la “Policía del Bicentenario” debe seguir avanzando con su compromiso por los derechos humanos, por los bolivianos y por un país que enarbole la bandera de la democracia.