Luis Arce, el respeto por la vida

El Gobierno nacional no tiene ni un solo muerto en su haber después de casi cinco años de gestión porque tiene premisas fundamentales e inalterables: respeto a la vida de los bolivianos y el reconocimiento de la protesta como un derecho legítimo pese que muchas de ellas, principalmente del “evismo”, fueron violentas y afectaron a la economía del país.

El presidente Luis Arce lo dijo con certeza: “Nosotros nos enorgullecemos porque nuestra gestión de gobierno se ha caracterizado porque durante estos cinco años de gobierno nosotros no hemos tenido un solo fallecido en estos conflictos sociales. Y eso se debe a la convicción clara que tenemos de que hay que respetar la vida de las bolivianas y los bolivianos”.

El mandatario manifestó que la vida de ningún boliviano vale ni el dinero ni los objetivos propios de una persona, ello en referencia al dirigente cocalero Evo Morales, cuyos seguidores protagonizaron movilizaciones con violencia en reiteras oportunidades.

El diálogo, el consenso y el respeto fueron las mejores herramientas para llegar a soluciones y evitar cualquier tipo de violencia en el país. Y este fue un instrumento al que recurrió el Gobierno para allanar los conflictos sociales que se presentaron como el paro de 36 días convocado por el Comité Pro Santa Cruz, que demandaba un censo rápido y desprolijo.

Es menester recordar que el “evismo” protagonizó un bloqueo de 16 días entre enero y febrero de 2024 exigiendo elecciones judiciales, y otro por 24 días, entre octubre y noviembre, demandando habilitarse como candidato y exigiendo se lo libere de proceso penales, entre ellos por haber mantenido una relación con una menor en 2015.

Las consecuencias para la economía nacional fueron devastadoras porque afectó a diversos sectores productivos y ocasionó un impacto significativo en el crecimiento del Producto Interno Bruto. Los 40 días de bloqueo afectaron a la economía con una pérdida de $us 4.000 millones.

Pese a esta convulsión generada por los cívicos cruceños y el “evismo”, el Gobierno nacional fue respetuoso de las protestas porque estaban enmarcadas en un escenario de ejercicio legítimo del derecho a la protesta social, a pesar de que vulneraron los derechos de los viajeros, de los productores y otros sectores que declararon perjuicios y pérdidas.

Se garantizó el ejercicio de los derechos humanos, a pesar de que había serios intentos de derivar en la desestabilización del Gobierno y subvertir el orden constitucional.

El Gobierno nacional fue el principal garante del ejercicio legítimo del derecho a la protesta porque es respetuoso de la Carta Magna, que resguarda los derechos civiles y políticos de los bolivianos, y honra los compromisos internacionales como la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, que resguardan la libertad de pensamiento y expresión y el derecho a la protesta que debe ser pacífica, respetando los derechos de terceros y no incitando al odio o la discriminación.

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