En conmemoración de los 215 años de la gesta libertaria de La Paz, como un regalo para el departamento y para todo el país, el presidente Luis Arce hizo uno de los anuncios más importantes de las últimas dos décadas en el tema hidrocarburífero al confirmar el hallazgo de una reserva de 1,7 trillones de pies cúbicos (TCF) en el pozo Mayaya Centro-X1, en el norte paceño.
La decidida política del Gobierno nacional de invertir en la exploración y explotación de hidrocarburos, en el marco del denominado Plan de Reactivación del Upstream (PRU), ejecutado por YPFB, está dando frutos y el descubrimiento de este megacampo es una prueba de ello. Estas acciones van en contrapartida con lo que pasó en la gestión de Evo Morales, periodo en el que no se hicieron las inversiones necesarias para mantener el nivel de producción de gas del país, dejadez que ahora tiene efectos nocivos para la economía de los bolivianos.
La connotación de este descubrimiento es muy grande, toda vez que La Paz ahora se convierte en un nuevo departamento productor de hidrocarburos del país, un verdadero hito histórico. Además, esto representa el hallazgo no solo de un megacampo, sino de una cuenca, una nueva frontera exploratoria que comprende al norte de La Paz y parte de los departamentos de Beni y Pando.
Esta también es una muestra de efectividad en la inversión de recursos destinados a exploración, tomando en cuenta que años atrás se gastaron alrededor de 500 millones de dólares en el norte paceño con resultados negativos; mientras que, en esta oportunidad, con 60 millones de dólares, se hizo el mayor descubrimiento hidrocarburífero desde 2005.
Este descubrimiento en una zona no tradicional, como es el subandino norte, marca una nueva era hidrocarburífera para Bolivia y garantiza que el Estado Plurinacional será, aún por mucho tiempo, un país productor de gas, lo que a su vez repercutirá en una progresiva recuperación económica en favor de la población.