Primero la salud

La salud de los bolivianos es una prioridad de la presidencia de Luis Arce. Lo demostró en la batalla ganada a la pandemia del Covid-19 en el comienzo de su gestión en 2021 y se reafirma ahora con el plan para controlar el brote de influenza, una infección respiratoria aguda (IRA) cuyos contagios se concentran actualmente en Santa Cruz. Tras las gestiones realizadas por el Gobierno, llegó un primer lote de vacunas que fueron dispuestas para uno de los grupos más vulnerables de la población, el de los niños.

El operativo comenzó de inmediato. Mediante el Programa Ampliado de Inmunización, dependiente del Ministerio de Salud y Deportes, comenzó la distribución de 369.000 dosis pediátricas y de 200.000 dosis para adultos a los Servicios Departamentales de Salud (Sedes) de los nueve departamentos, que estarán dirigidas primordialmente, en esta primera etapa, a menores de hasta 11 años, incluyendo también a grupos de riesgo como embarazadas, adultos mayores y personas con enfermedades de base.

Cada Sedes debe entregar los inmunizantes a los centros de salud de sus municipios y aplicar las estrategias según su situación epidemiológica. Hasta ahora se registraron 27 decesos con influenza, o sea no por esta infección, sino por enfermedades de base como diabetes o afecciones cardiovasculares sin tratamiento adecuado. El virus que predomina en los 1.700 casos de influenza es del tipo AH1N1, con 1.415, que, luego de una baja presencia en la pandemia, retomó su comportamiento habitual en esta época.

También se presentaron 17 pacientes con influenza AH1N2, además de 97 con virus sincitial respiratorio, 168 con influenza tipo B y tres con parainfluenza. En comparación con los contagios del mismo periodo de 2024, la cifra total llega a un tercio y se prevé que si bien Santa Cruz concentra gran parte de los casos, tras su disminución en este departamento el brote se trasladará a otras regiones según avance la temporada de las IRA, por lo cual es clave el impulso de la vacunación como una medida de prevención.

En la batalla contra el Covid-19, después de la mala gestión sanitaria del mandato de facto de Jeanine Añez en 2020, el gobierno de Arce activó una política de salud que recurrió a la llegada de miles de vacunas, pruebas antígeno nasales y medicamentos, y la conformación de una sólida estructura de coordinación entre los niveles nacional y subnacional para hacer frente y vencer a la pandemia, la cual es ahora la base para las campañas contra enfermedades como la influenza y otras afecciones respiratorias.

El Gobierno no escatima en gestiones y esfuerzos para el acceso a inmunizantes contra la influenza y otras enfermedades, a los cuales se puede acceder de forma universal y gratuita en los centros de salud. Con el paso de las semanas, arribarán más dosis para otros grupos etarios. Además se convocó a los bolivianos a respaldar esta campaña, asistiendo a los puntos de vacunación y fortaleciendo las medidas de bioseguridad con el empleo de los barbijos, el lavado de manos y el respectivo distanciamiento social.

Así también continuar fortaleciendo las medidas de bioseguridad con el uso de la mascarilla, lavado de manos y la distancia.

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