Recesión a la Trump

Después de la imposición de aranceles a varios países del mundo por parte del mandatario estadounidense, Donald Trump, el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, advirtió de que esas medidas podrían ocasionar una recesión mundial, dos palabras que nadie quiere escuchar, todo por los caprichos de un multimillonario que quiere evitar la emergencia de bloques económicos que ponen el jaque el poder imperial.

El Gobierno boliviano rechazó la imposición de nuevos aranceles debido a que es una medida improvisada y es una decisión “netamente política” que afecta a muchos países.

Contrariamente a lo que hace el imperialismo norteamericano, Bolivia está enfrascada en abrir nuevos mercados para su producción agrícola, cárnica y de otros. Se gestiona la habilitación de exportaciones de carne bovina, leche fluida, bebidas lácteas, huevo y miel a Chile. Además se trabaja en la apertura del Mercado Común del Sur y los Brics, que representan una parte importante de la economía global.

La búsqueda de nuevos compradores responde a la estrategia de diversificar mercados internacionales para productos agropecuarios, reduciendo la dependencia de mercados tradicionales y aprovechando acuerdos binacionales. Mirar a la región y al mundo.

El Gobierno boliviano, por ejemplo, abrió el mercado chino para la venta de chía, tras la firma del Protocolo de los Requisitos Fitosanitarios, a través del cual se proyecta exportar unas 20.000 toneladas de chía al gigante asiático. En la actualidad, Bolivia exporta alrededor de 13.000 toneladas de chía a Países Bajos, Japón, entre otros que demandan este súper alimento por sus importantes bondades nutricionales.

Los nuevos aranceles de Trump no afectarán significativamente al país porque el comercio no llega ni siquiera al 3% del total de las exportaciones bolivianas. De los $us 9.000 millones a $us 13.000 millones que el país vende al mundo, $us 270 millones llegan a EEUU. En 2022 el total exportado a Estados Unidos equivalía a 2,6% del total de ventas externas de Bolivia, porcentaje que redujo en 2023 a 2,4%.

¿Acaso Estados Unidos no es defensor del libre comercio y la globalización? Sin embargo, Trump marcha a contrarruta porque en vez de abrir más su mercado lo cierra con altos aranceles. Y es que el mandatario estadounidense, desde el primer día que ingresó a la Casa Blanca, prometió acabar con la inflación, pero la escalada de precios de productos se mantiene invariable y varios analistas advierten que las nuevas medidas empeorarán la situación económica de los estadounidenses.

Asimismo, el derrumbe de las bolsas en todo el mundo es el resultado de la desconfianza que genera el presidente estadounidense y hay temores generalizados de futuras recesiones y una subida de precios que afectará a los consumidores.

Para empeorar las cosas, los nuevos aranceles a las importaciones chinas a Estados Unidos aumentarán al 104%, cumpliendo una amenaza del Trump.

La guerra comercial iniciada por el mandatario del norte avanza imparable e ingresó a un terreno cada vez más impredecible e incertidumbre donde los mercados empiezan a mostrar un panorama sombrío. Los peores costos de esta crisis como la recesión, inflación y otros pagarán los que menos tienen, como siempre.

AEP

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