Desde la asunción como presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora dedicó todos sus esfuerzos para hacer del país un Estado fuerte con un Gobierno para todos, prueba de ello es que no se descuida ninguna de las áreas y niveles para contener los efectos de la crisis climática y auxiliar a los afectados.
Los bolivianos pueden quedarse tranquilos porque ahora tienen un Estado fuerte y capacitado para auxiliar a su ciudadanía en diferentes tipos de contingencias y emergencias.
Los resultados del accionar del Gobierno nacional ante la crisis climática son contundentes: hay acciones de prevención, hay labores de contención, hay atención y auxilio a los afectados. Se movilizan diferentes sectores y áreas de la institucionalidad pública. Nadie puede decir que no hay presencia de Estado para velar por la seguridad de la sociedad.
La aguda crisis climática debe ser encarada de manera colectiva no solo a nivel nacional, sino como parte de un proyecto y compromiso global, pero mientras tanto el Gobierno cumple con su obligación de brindar protección y seguridad. Se garantiza el derecho a la vida, la alimentación y el acceso a servicios básicos ante situaciones de desastre.
Una vez paliada en buena medida la crisis de la sequía, sobre la que aún se desarrollan acciones, y luego de controlar el fuego y los incendios forestales, ahora el enfoque está en paliar los graves efectos de las intensas lluvias, desbordes de ríos e inundaciones.
Gracias al trabajo planificado y preventivo, al contrario de lo sucedido en años anteriores, los incendios forestales no se salieron de control y las capacidades de acción y atención del Estado, sobre todo del nivel central, no fueron rebasadas.
El país está atravesando uno de los periodos más duros de los últimos años en cuanto a la crisis climática y, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), las previsiones de lluvias intensas se extienden al menos hasta el 13 de marzo.
Actualmente, 288 municipios del país tienen alerta naranja y 24 ya están en alerta roja, de estos últimos, 21 se encuentran en La Paz y tres en Pando.
Las afectaciones (hechos o desastres concretos en diversa magnitud) alcanzaron a 109 municipios de los nueve departamentos. Pando es el único que cuenta con declaratoria de desastre departamental.
Hay 36.155 familias de 443 comunidades afectadas; de estas, 9.426 familias ya están en la condición de damnificadas.
En todo el país se registraron 842 viviendas destruidas, 43 personas fallecidas, dos desaparecidas y 5.542 familias fueron evacuadas.
El Comando Conjunto de Tareas, integrado por las tres fuerzas de las FFAA, encaró actividades en 20 municipios, en el marco de los efectos por las recientes lluvias.
Se movilizó a un total de 2.563 efectivos militares de 32 unidades: 10 del Ejército, 10 de la Fuerza Aérea y 12 de la Armada.
Se realizó 20 operaciones de reconocimiento, tanto terrestres como áreas y fluviales.
A la fecha se entregó más de 231 toneladas de ayuda humanitaria gracias a una inversión de Bs 2,3 millones.