El Museo Nacional de Etnografía y Folklore se convierte este mes en el escenario para celebrar la riqueza sonora de Bolivia con conciertos gratuitos, una invitación a redescubrir los territorios a través de la música.
Abril se pinta con la premisa de recordar que cada rincón de Bolivia tiene un latido único, una reflexión del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central (FC-BCB), que cobra vida en su ciclo Sonoridades emergentes de nuestros territorios. En esta propuesta, el museo se transforma en un punto de encuentro vibrante para rendir homenaje a la riqueza musical del país e invita a todos a mirar hacia el Bicentenario a través de los sonidos que definen y unen a los pueblos del vasto territorio nacional.
Cada jueves, desde las 18.30, el patio principal del Musef en La Paz se llena de la energía de músicos que celebran la diversidad cultural viva de Bolivia. Este ciclo de conciertos gratuitos tiene una visión clara: los museos no son solo espacios de memoria, sino territorios de encuentro, creación y reflexión colectiva.
A lo largo del mes, este ciclo musical ofrece un recorrido por las sonoridades de los pueblos y muestra cómo la música sigue siendo una herramienta de resistencia, sanación y proyección para el futuro del país.
Sonoridades emergentes no solo se limita a presentar música, sino que busca reimaginar la nación, al desafiar los estereotipos y abrir nuevas formas de diálogo a través de los sonidos del pasado, presente y futuro.
FUSIÓN DE CAMINOS, AIRE DE MONTAÑA
El 24 de abril, el ciclo alcanzará uno de sus puntos culminantes con una noche llena de contrastes y unidad. Dos propuestas musicales muy diferentes se darán cita en el escenario, unidas por la fuerza creativa de las identidades bolivianas.
Materiales sonoros del folklore en guitarra, el proyecto de Gustavo Tarqui Mariaca, ofrecerá un viaje íntimo a través de la guitarra solista, y explorará las sonoridades tradicionales con una técnica pulida que rinde homenaje a la memoria viva de nuestros pueblos.
Este recital es una conversación con la historia, un espacio para recordar las raíces sonoras que aún laten en el alma colectiva de Bolivia.
Por otro lado, el Taller de Música Fersei llevará a los espectadores por un recorrido vibrante desde los ritmos folklóricos hasta la cumbia, en una puesta en escena que une a más de 10 músicos para celebrar la diversidad musical de Latinoamérica.
Su propuesta contagiosa será una verdadera fiesta para los sentidos, donde la energía de la música se convierte en un canto colectivo de unidad y resistencia.
MÚSICA PARA HABITAR Y TRANSFORMAR NUESTROS TERRITORIOS
Más que una serie de conciertos, este ciclo se convierte en un espacio para habitar los territorios de manera consciente, ya que reconoce el peso de la memoria y, al mismo tiempo, construye futuros. Cada instrumento tocado, cada melodía cantada, contribuye a un acto de resistencia cultural, y recuerda que la música es una de nuestras herramientas más poderosas para reimaginar el país y conectar con nuestras raíces.
En tiempos donde los discursos oficiales intentan homogeneizar la cultura, iniciativas como Sonoridades emergentes recuerdan que Bolivia es un crisol de tradiciones, mestizaje y juventud que no se resigna a ser solo un reflejo del pasado. La música se convierte aquí en una forma de resistencia, de creación y de sanación, e invita a recordar y a mirar hacia adelante.
SAMI KIRKI SARAWI Y SOBREVIGENCIA
El ciclo comenzó el 3 de abril con dos proyectos sonoros que cruzan generaciones y territorios. Sami Kirki Sarawi, con su fusión de instrumentos andinos y cuerdas contemporáneas, trajo un relato profundo que dialoga con la tierra,
el viento y las antiguas formas de comunicación. A través de su música, recordó que los cantos son lenguas vivas, capaces de conectar con las memorias colectivas y con las nuevas generaciones. Por su parte, Sobrevigencia representó
la vitalidad de los pueblos jóvenes y llevó el folklore a nuevas dimensiones con guitarras eléctricas y letras urbanas al crear una atmósfera desafiante que reivindica la resistencia de la música boliviana ante los retos del presente.
CUERDAS QUE EMOCIONAN Y RESISTENCIA SONORA
El 10 de abril, la segunda jornada del ciclo trajo dos propuestas que cruzan géneros y fronteras. Epifanía Strings Quartet, con su interpretación renovada del repertorio clásico, demostró que la música de cámara puede ser rebelde y revolucionaria cuando se mezcla con las sonoridades populares; mientras que William Aguirre, con su guitarra solista, llevó a la audiencia a un viaje sensorial profundo, donde cada acorde se convirtió en un puente entre lo íntimo y lo colectivo.
LA CITA CONTINÚA
El ciclo de conciertos Sonoridades emergentes continuará todos los jueves de abril, a las 18.30 horas, en el patio del Musef (Calle Ingavi N° 916, esquina Genaro Sanjinés, La Paz). La entrada es libre y gratuita, con aforo limitado. El Musef invitó a todos a ser parte de esta celebración sonora, un espacio de reflexión, de memoria y de creación colectiva que conecta con los territorios hacia el Bicentenario. “¡Te esperamos para que juntos sigamos haciendo sonar nuestros territorios!”, señaló.