El Musef presentará una nueva temporada de Memorias animadas

Este miércoles, cinco relatos cobrarán vida en una propuesta audiovisual que honra el vínculo sagrado entre los pueblos indígenas y la Madre Tierra.

Cinco relatos de regiones de Bolivia, atravesados por la sabiduría ancestral y el respeto por la naturaleza, darán vida a la quinta temporada de Memorias animadas, la reconocida serie audiovisual del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB). La nueva entrega será presentada mañana en la ciudad de La Paz.

Esta temporada se suma a la XXXVIII Reunión Anual de Etnografía (RAE), que este año reflexiona en torno a ‘Agua: los flujos de la vida’, temática central que explora cómo diversas culturas comprenden, celebran y cuidan este elemento esencial, de acuerdo con información del Musef.

El proyecto cuenta con el respaldo de la Embajada de Suecia, la Delegación de la Unión Europea en Bolivia y la Universidad de Salamanca (España), y apuesta por preservar las memorias orales de pueblos indígenas a través de la animación como lenguaje contemporáneo.

El estreno oficial se celebrará a las 18.30 en el auditorio del Musef, con la participación de autoridades nacionales e internacionales, entre ellas Elvira Espejo Ayca, directora del museo; Johanna Teague, embajadora de Suecia en Bolivia; y Jaume Segura, embajador de la Unión Europea.

Cada episodio está basado en investigaciones etnográficas, arqueológicas y visuales, que rescatan cosmovisiones, mitos, prácticas de cuidado del entorno y simbolismos expresados en textiles, colores rituales y gestos ancestrales. El resultado es una obra que combina arte y pedagogía, pensada para conectar con públicos diversos.

Entre los relatos que componen esta temporada se encuentra El legado del Ch’uwa Achachila (Quta jaqi – lago Wiñay Marka), que narra la historia de un niño y su abuelo que invocan a este espíritu protector del agua para lograr una buena pesca. En su travesía, se cruzan con el mítico titi, un gato con cola de fuego que simboliza tiempos difíciles y enseñanzas profundas.

El mito de los jichis (mojeño – tacana) evoca a los guardianes invisibles de ríos, selvas y montañas. Aunque muchas veces temidos por su vínculo con las serpientes, los jichis están presentes en los delfines, en los árboles y en el latido oculto de la tierra.

El soplo de los ajayus (Qharaqhara – Charcas) relata cómo, cuando las lluvias se desbordan, las comunidades deben calmar a los ajayus —espíritus de los antepasados— al destapar simbólicamente la wak’a para equilibrar los vientos. En esta narrativa, la muerte se entiende como un tramo más del viaje eterno del alma.

En Los baures, los peces y los achanes (Baure), la pesca se convierte en una danza sagrada entre madres e hijas, guiada por los achanes, seres protectores del agua. Cada decisión tomada en el río está impregnada de respeto, sabiduría y amor por la vida.

Finalmente, el Mito toba sobre la lluvia (Toba) presenta a la lluvia como un ser poderoso que alguna vez descendió del cielo para celebrar una fiesta. El espíritu Takxwa lo desafió y, con ello, alteró el equilibrio entre el agua, la sequía y la supervivencia.

Con estas cinco nuevas producciones, Memorias Animadas suma 20 relatos audiovisuales y se consolida como una herramienta de difusión cultural y educativa que cruza fronteras. La serie ha sido presentada en ferias del libro, espacios pedagógicos, festivales y encuentros internacionales, y ha llegado a niñas, niños, jóvenes, familias, docentes e investigadores de Bolivia y países vecinos.

La actividad está dirigida a todo público, con especial invitación a quienes deseen acercarse a las memorias orales del país a través de un formato contemporáneo, accesible y profundamente simbólico.

AEP

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