La Cinemateca rescata el pasado petrolero de Camiri con un filme de 1948 en 4K

Producido por la Comisión Mixta Ferroviaria Boliviano-Brasilera, este cortometraje es considerado el registro cinematográfico más antiguo filmado en Camiri.

Un fragmento clave de la historia boliviana regresa a la pantalla grande. La Cinemateca Boliviana invita a reencontrarse con el pasado a través del cortometraje El petróleo de Camiri (1948), ahora restaurado y digitalizado en alta calidad 4K. El filme estará en cartelera hasta el 23 de abril, con funciones a las 19.00 y entradas a tan solo Bs 10.

Producido por la Comisión Mixta Ferroviaria Boliviano-Brasilera, este cortometraje es considerado el registro cinematográfico más antiguo filmado en Camiri, según los archivos de la Cinemateca.

La obra no solo documenta la importancia del petróleo en la región, sino que se convierte en una ventana hacia el nacimiento de una de las ciudades más estrechamente ligadas a la historia energética del país.

“Camiri tiene su vida íntimamente ligada al petróleo y una relación casi indivisible con YPFB”, señala la institución.

El fallecido investigador y crítico de cine Claudio Sánchez afirmaba que El petróleo en Camiri es, según los Fondos de la Cinemateca Boliviana, la película más antigua registrada en esa localidad. Sin embargo, al considerar que en Camiri existía un campamento petrolero desde antes de la Guerra del Chaco —operado inicialmente por la Standard Oil y luego por YPFB—, es muy probable que existan otros registros audiovisuales, tanto institucionales como caseros, que también formen parte de la memoria histórica de la región.

Junto a El petróleo de Camiri, la Cinemateca presenta dos joyas del cine boliviano: Santa Cruz, tierra del futuro, que data de 1929, y Película familiar, Familia Aramayo. Estas piezas también han sido digitalizadas como parte del compromiso institucional con la preservación del patrimonio audiovisual nacional.

Santa Cruz, tierra del futuro, dirigida por Antonio Velasco Franco, fue el primer filme rodado en el oriente boliviano y representó un llamado de atención sobre la situación de una región fértil, pero relegada.

Estas proyecciones no solo permiten al público reencontrarse con la historia, sino que también reafirman el rol de la Cinemateca como guardiana de la memoria fílmica del país.

AEP

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