Libro revela que la Pirámide de Akapana fue wak’a ceremonial

La publicación escrita por José Luis Paz y presentada por el Musef está disponible para descarga gratuita.

La historia de Tiwanaku da un giro profundo con la publicación del libro La Pirámide de Akapana como wak’a (400–1100 d.C.). Arquitectura y religión en Tiwanaku, del arqueólogo boliviano José Luis Paz Soria. La obra propone una nueva lectura del principal centro ceremonial andino, no como símbolo de poder político, sino como un ser sagrado vivo, parte esencial del equilibrio del mundo andino.

El libro fue presentado ayer en un acto especial en el Musef, institución dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central Bolivia (FC-BCB), que impulsa esta publicación como parte de su colección Herencias Culturales, que reafirma su papel como referente en la producción cultural boliviana.

La propuesta central del autor es contundente: Akapana no fue una simple construcción arquitectónica, sino una wak’a, una entidad viva donde se entrelazaban la vida, la muerte, el agua, la tierra y los astros.

Basado en rigurosos estudios arqueológicos y etnohistóricos, Paz revela que la pirámide fue edificada en al menos cinco fases superpuestas, lo que la convierte en un monumento en constante renovación ceremonial.

Uno de los hallazgos más sobrecogedores descritos en el libro es el descubrimiento de una ofrenda conformada por 20 aves junto al cuerpo sacrificado de un niño, un ritual sin precedentes comparable en otras estructuras andinas. Además, el autor describe una compleja red de canales y reservorios de agua que rodeaban la estructura, lo que evidencia una integración magistral entre ingeniería hidráulica y simbolismo espiritual.

La Pirámide de Akapana como wak’a se inscribe en una corriente que busca descolonizar las narrativas sobre el pasado andino. A lo largo del siglo XX, muchas interpretaciones sobre Tiwanaku fueron elaboradas desde academias del norte global, en inglés y con categorías ajenas a las cosmovisiones originarias. Frente a ello, esta obra devuelve la palabra a las voces andinas, al proponer una lectura desde propias epistemologías.

“El corazón de Tiwanaku no era una simple pirámide de piedra, sino un espacio de vida ceremonial, donde los humanos dialogaban con las fuerzas del universo”, resume el autor.

Salvador Arano Romero, jefe de la Unidad de Investigación del Musef, destacó que el libro no solo enriquece el debate académico internacional, sino que constituye un regalo para los pueblos de los Andes. “Es una invitación a mirar con orgullo nuestro pasado y a proyectarlo hacia el futuro”, afirmó.

Al cierre del evento de presentación, el Musef invitó al público a sumergirse en esta investigación, que no solo revela misterios arqueológicos, sino que también propone un acto de resistencia cultural.

La memoria, como plantea esta obra, debe estar al alcance de todas y todos. Por eso el libro está disponible en formato digital y de manera gratuita en el sitio web del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (www.musef.gob.bo).

AEP

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