Tulio Ribeiro

Brasil supera a EEUU en el liderazgo del mercado del algodón e inaugura una fábrica de coches eléc-tricos

Se espera que la fábrica de BYD en Camaçari genere 20.000 empleos directos e indirectos una vez finalizadas todas las fases del proyecto, según declaró Augusto Vasconcelos, secretario de Trabajo, Empleo, Renta y Deportes de Bahía, este martes (1 de julio de 2025).

La declaración se hizo durante una entrevista con periodistas en un evento organizado por el fabricante de automóviles para presentar la fábrica y marcar el inicio de la fase de pruebas. BYD ha puesto a disposición 508 vacantes inmediatas a través de la red SINE (Sistema Nacional de Empleo) en Bahía.

Vasconcelos afirmó que se trata de la “implementación de una de las mayores fábricas de coches eléctricos del planeta”. El proyecto incluye un centro de investigación y desarrollo, y se prevé que el 80% de los componentes del vehículo se produzcan a nivel nacional en los próximos años, añadió. El primer almacén tiene un kilómetro de longitud y representa una inversión de más de 1.000 millones de reales, según Vasconcelos. La empresa planea construir nuevos almacenes en el complejo. El secretario describió el proyecto como “resultado de la alianza entre Brasil y China, liderada por el presidente Lula y el gobernador Jerónimo”. BYD inició hoy la fase de pruebas de la línea de producción en las antiguas instalaciones de Ford. La compañía operará inicialmente con autos semidesarmados provenientes de China, un proceso conocido como SKD (Semi Knocked Down). Los primeros modelos son el BYD Song Plus y el BYD Dolphin Mini. La capacidad inicial es de 150.000 vehículos al año, con posibilidad de ampliar a 300.000 para finales de 2026. La inversión total anunciada por la compañía es de 5.500 millones de reales. Contrariamente a las expectativas del secretario respecto a la nacionalización, BYD conservará el 100% de sus piezas importadas de China en esta primera fase.

Otro tema importante es la agricultura. Se espera que Brasil consolide su liderazgo mundial en la exportación de algodón con la cosecha de 2025. Los productores planean cosechar 3,95 millones de toneladas y vender 2,9 millones al mercado externo. En 2024, Brasil superó a Estados Unidos en exportaciones, un país de América del Norte que había liderado el ranking mundial durante toda la década hasta entonces. Con la guerra arancelaria, la producción brasileña conquistó el mercado chino, anteriormente dominado por Estados Unidos. El año pasado, Brasil produjo 3,7 millones de toneladas y exportó 2,68 millones. Las exportaciones generaron US$5.200 millones en ingresos. Los datos provienen de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) y el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios.

“La destacada posición como líder en las exportaciones de algodón es el resultado del trabajo constante del sector, con inversiones en calidad, trazabilidad y sostenibilidad durante las últimas décadas. Actualmente, el algodón brasileño es reconocido internacionalmente por estas características, especialmente en mercados exigentes como Asia”, afirma el presidente de la Asociación Brasileña de Productores de Algodón (Abrapa), Gustavo Piccoli.

Los principales compradores de algodón brasileño en 2024, según el IBGE, fueron: China (US$ 1.700 millones); Vietnam (US$ 1.000 millones); Bangladesh (US$ 604,4 millones); Pakistán (US$ 519,9 millones); Turquía (US$ 460,9 millones). El estado de Mato Grosso representó el 70% de la producción brasileña de algodón en 2024, con 2,6 millones de toneladas. En mayo del año pasado, el precio promedio de exportación del algodón brasileño fue de US$ 1.954,60 por tonelada. Este año, en el mismo mes, el valor cayó a US$ 1.609,30, una caída del 17,7%, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios. Tanto en la industria como en la agricultura, Brasil continúa generando empleos, con el nivel de desempleo más bajo de su historia en mayo, y ocupando un lugar indispensable para el mundo en el sector agroindustrial.

Por: Tulio Ribeiro/

Tribuna
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