En tiempos donde los discursos sobre igualdad, poder y libertad atraviesan cada ámbito de la vida pública, resulta indispensable volver la mirada hacia los orígenes ideológicos de las luchas emancipatorias femeninas, allí donde se gestaron las primeras reflexiones radicales sobre el cuerpo, la conciencia y la sociedad. Este artículo se inspira en el trabajo académico ‘La mujer anarquista. Discursos en torno a la construcción de sujeto femenino revolucionario en los albores de la idea’, de la investigadora chilena Adriana Palomera, publicado por la revista Izquierdas del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile. Su investigación recupera, desde una perspectiva histórica y teórica, las voces de las mujeres anarquistas de Chile y Argentina de fines del siglo XIX y comienzos del XX, aquellas que desde la prensa obrera, los sindicatos y la vida cotidiana construyeron una subjetividad política propia en un mundo dominado por la ley del varón, del patrón y del Estado. Publicar hoy un artículo periodístico basado en estas ideas no solo implica rendir homenaje a una genealogía silenciada de pensamiento y acción libertaria, sino también abrir un espacio de reflexión urgente sobre las raíces profundas del feminismo latinoamericano, sus tensiones y sus utopías inconclusas. En una época en que la palabra “emancipación” corre el riesgo de vaciarse en el mercado simbólico del consumo, rescatar el pensamiento anarquista femenino es un gesto de memoria y de resistencia: nos recuerda que la libertad no se conquista mediante leyes ni decretos, sino a través de una transformación interior y colectiva que cuestiona todos los órdenes establecidos —económicos, morales y afectivos—. Es, en definitiva, un llamado a reconocer que las luchas del presente se sostienen sobre los sueños, las contradicciones y las rebeldías de aquellas mujeres que se atrevieron a imaginar un mundo sin amos ni jerarquías.