César Trómpiz

El Esequibo venezolano después del referéndum

El reciente referéndum en Venezuela ha demostrado una vez más la firmeza y la unidad del pueblo venezolano en la defensa de sus derechos territoriales históricos sobre la Guayana Esequiba.

Más de 10 millones y medio de electores, de todas las tendencias políticas, han expresado su voluntad en las urnas, enviando un mensaje claro y contundente al mundo: Venezuela, unida, en democracia y en paz, está decidida a defender el territorio que siempre ha sido y siempre será de los venezolanos.

Este consenso nacional, logrado en el referéndum del 3 de diciembre, es un testimonio de la vitalidad de la democracia venezolana, de la confianza nacional en el poder electoral y de la vigencia de la legalidad en todos los procesos de participación popular del país. Todos los sectores de la sociedad, desde los empresarios hasta los medios de comunicación, los partidos políticos y los movimientos sociales, culturales, juveniles, deportivos, ecológicos y de diversas índoles y tendencias, han demostrado que el asunto de la Guayana Esequiba es un tema central de interés nacional que se expresa por acuerdo común de todos los habitantes del país.

Las provocaciones oligárquicas e imperialistas, así como las desviaciones que intentaron los factores antivenezolanos para favorecer a los intereses de las transnacionales petroleras, en particular a la ExxonMobil, fueron derrotadas por la masiva participación electoral y por la elevada conciencia venezolana sobre las pretensiones de privar a Venezuela del 15% de su territorio nacional, de la salida al atlántico del país y de los recursos que existen en la zona.

La abrumadora participación de los venezolanos y la aprobación de más del 95% de los electores a las preguntas del referéndum consultivo son un mandato claro para que los actores internacionales del conflicto observen de manera sensata este asunto. Es hora de que el gobierno guyanés vuelva a los canales diplomáticos establecidos para resolver la controversia territorial. El Acuerdo de Ginebra de 1966 sigue siendo totalmente vigente y es el mecanismo acordado entre Guyana y Venezuela para encontrar una solución práctica y satisfactoria al asunto, en el marco de la paz y el entendimiento entre dos naciones hermanas.

Por lo tanto, nuestra nación, a través del referéndum y del presidente Nicolás Maduro Moros, sigue instando a las autoridades de Guyana a adherirse a este acuerdo de paz que nos convoca a activar canales diplomáticos que nos guíen para resolver la diferencia. La voluntad del pueblo venezolano, expresada de manera tan contundente en las urnas, no puede ser ignorada. Es un llamado a la comunidad internacional a respetar la soberanía de Venezuela y a trabajar juntos para encontrar una solución satisfactoria para ambas partes a esta disputa territorial. Para Venezuela la defensa de la Guayana Esequiba no es solo una cuestión de principios, sino también una cuestión de justicia y de respeto al derecho internacional. El pueblo venezolano ha hablado, la Guayana Esequiba es de Venezuela; el mundo debe escuchar.

*Embajador de Venezuela en Bolivia.

Tribuna
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