Mientras tanto, en la zona de riesgo de Takoloma, en la parte alta, el terreno se desploma más de lo normal debido a las lluvias constantes.
En Cochabamba, el problema de las inundaciones se ha intensificado debido a dos factores principales: el mal manejo de los residuos sólidos y el uso inadecuado del sistema de alcantarillado. Ambos aspectos se han convertido en riesgos persistentes para la ciudad, especialmente durante la temporada de lluvias, que este año ha sido particularmente intensa. Según el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía de Cochabamba, Dennis Rosales, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha emitido una alerta naranja que se mantendrá hasta el 23 de enero, lo que indica la persistencia de las lluvias fuertes. Como respuesta a esta situación, el municipio ha desplegado a 200 personas para atender las emergencias que puedan surgir.
El problema de las inundaciones se concentra principalmente en áreas como la avenida Panamericana sur, cerca del puente de La Tamborada, donde se han registrado inundaciones recurrentes cada año. Rosales mencionó que, a pesar de que se han instalado sistemas de drenaje, como un cárcamo con bombas que permiten un desfogue de 1.500 litros por segundo, las inundaciones continúan siendo un desafío debido al mal manejo de los residuos sólidos. “Lamentablemente, todos estos trabajos no sirven de nada si seguimos con el tema de la basura”, afirmó Rosales, aludiendo a la cantidad de desechos que se encuentran en los sistemas de drenaje y que obstruyen el flujo de agua.
El mal uso del sistema de alcantarillado también ha contribuido a la situación. En Cochabamba, aproximadamente el 80% de las viviendas conectan sus desagües pluviales al sistema de alcantarillado, el cual no fue diseñado para soportar ambos caudales, lo que provoca su colapso. En diversas zonas de la ciudad, como la avenida Cabildo, se han producido rebalses de alcantarillas debido a la sobrecarga del sistema. La falta de un sistema de drenaje adecuado y el uso incorrecto de los desagües pluviales agravan los efectos de las lluvias, lo que incrementa el riesgo de inundaciones.
Otro punto crítico de la ciudad es la zona de Takoloma, una de las áreas más vulnerables a deslizamientos de tierra debido a una falla geológica activa. Durante la temporada seca, el desplazamiento de la falla es de aproximadamente 50 centímetros, pero las lluvias recientes han incrementado este desplazamiento a dos metros, lo que ha generado gran preocupación entre las autoridades locales. Rosales insistió en que los residentes de la zona, que todavía habitan en viviendas a punto de colapsar, deben trasladarse a albergues temporales hasta que se pueda concretar su reubicación definitiva. La Alcaldía ya ha comprometido lotes de terreno para la construcción de viviendas, y la Agencia Estatal de Vivienda se encargará de la construcción de casas para las familias afectadas.
La municipalidad ha habilitado tres albergues temporales en diferentes puntos de la ciudad, como el Club de Tenis Municipal, el Centro Cultural del Distrito 8 y la unidad educativa El Salvador, para atender a las familias que deben ser reubicadas. Estos albergues cuentan con los servicios básicos necesarios y depósitos donde los afectados pueden guardar sus pertenencias mientras esperan una solución definitiva. Además, se ha identificado una nueva zona, en las inmediaciones de Uspha Uspha, que ha sido evaluada para garantizar que no haya riesgos geológicos ni de deslizamientos, y donde se construirán las viviendas.
Los esfuerzos por mitigar los riesgos de inundación y deslizamientos en Cochabamba requieren un enfoque integral que incluya la mejora en la gestión de residuos sólidos, el fortalecimiento del sistema de drenaje y la reubicación de las familias en áreas seguras. Es esencial que las autoridades locales continúen trabajando en estos frentes para reducir los riesgos y garantizar la seguridad de la población durante las lluvias.
Por: Fernando Quispe Ayala/