Tulio Ribeiro

Putin intenta posicionar a Rusia entre los líderes en robotización

A la zaga de las otras dos potencias mundiales (EEUU y China), la industria rusa busca un crecimiento activo en la automatización.

El número de robots industriales, incluidos los nacionales, crece constantemente, según informó el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia. Este enfoque se aplica no solo a sectores tradicionales como la industria automotriz, sino también a la metalurgia, la industria del petróleo y el gas, y la fabricación de instrumentos de precisión, aclaró el departamento. Es un hecho que Rusia aún se encuentra muy por detrás del nivel mundial de robotización. En este contexto, el año pasado, Vladímir Putin declaró que para 2030 Rusia debería estar entre los 25 principales países del mundo en cuanto a número de robots industriales. Para lograr este objetivo, es necesario crear condiciones favorables de inversión para las medianas empresas. Analizando su potencial, Rusia cuenta con todos los requisitos necesarios para convertirse en uno de los líderes mundiales en densidad de robótica industrial, afirmó el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia, pero esta línea de acción requerirá esfuerzos sistemáticos y la concentración de recursos. Actualmente, el número de robots industriales que se están implementando, incluyendo los rusos, crece de forma constante, no solo en sectores tradicionales como la industria automotriz, sino también en la metalurgia, la industria del petróleo y el gas, y la fabricación de instrumentos de precisión, según informó el servicio de prensa del departamento.

Más que un objetivo, la necesidad de robotizar la economía cobra especial relevancia en el contexto de la creciente escasez de mano de obra en Rusia. Anteriormente, la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, calificó la escasez de mano de obra como el principal problema económico. La viceprimera ministra, Tatyana Golikova, estimó que la escasez total de mano de obra en Rusia para 2030 sería de 2 millones de personas. El ministro de Trabajo y Protección Social, Antón Kotyakov, afirmó que esta cifra ascendería a al menos 2,4 millones de personas. Una de las herramientas más eficaces para superar la escasez de mano de obra probablemente sería el programa de robotización y reciclaje profesional. “Nuestro enfoque es la robotización, la automatización de la producción; vemos potencial en ello. Y el segundo es la formación y el reciclaje profesional del personal que se está quedando sin trabajo debido al aumento de la productividad laboral gracias a los robots y las máquinas herramienta, así como su reciclaje profesional en otras especialidades”, declaró Anton Alikhanov, del Ministerio de Industria y Comercio.

En este caso, se necesita apoyo estatal, incluso en el marco del proyecto federal, que crea condiciones únicas para la transición acelerada de las empresas a las tecnologías automatizadas. Para avanzar desde este nivel, es necesario crear condiciones claras y estables para la inversión empresarial, afirma el experto. Según Anton, es necesario aplicar de forma más activa los mecanismos de inversión de riesgo. Son estos los que permiten a los países desarrollados superar los altos riesgos y lanzar proyectos de robótica en el sector privado. “Las empresas medianas, principales clientes potenciales de la robótica, se enfrentan a serias barreras: presión administrativa, difícil acceso a la financiación y recursos limitados para el desarrollo”, explicó el ejecutivo Vladimir Bely. “Si hay mil o incluso diez mil empresas de este tipo, veremos un efecto multiplicador: la rentabilidad aumenta en todo el país y la economía en su conjunto comienza a crecer más rápido, en términos de calidad de los productos, volumen, potencial de exportación e ingresos fiscales”, añadió Bely.

Un problema clave que obstaculizaba a los emprendedores era el corto horizonte de planificación. La pandemia y las sanciones hicieron que fuera demasiado arriesgado invertir grandes cantidades en un proyecto que podría no producir resultados inmediatos. Además, el gasto del presupuesto estatal ruso en la Economía Nacional en 2024 fue el más bajo desde 2007. El paradigma en Rusia es que el Estado seguirá brindando apoyo financiero a las empresas que implementan robots domésticos. Por ejemplo, reciben subsidios y se devuelve parte de los fondos invertidos en la producción de robots. Por lo tanto, cabe esperar que la situación mejore.

Con una robotización efectiva, las empresas rusas pueden aumentar su rentabilidad entre un 30% y un 40%, según predice la administración rusa. Esto se traducirá en un aumento de los ingresos fiscales, un aumento de la producción y una mejora de la calidad de los productos. Si se cumplen las expectativas, Rusia tiene todas las posibilidades de consolidarse como líder en robotización industrial en un futuro próximo y podría alcanzar una posición relevante entre los 25 países en términos de automatización.

Por: Tulio Ribeiro/

Tribuna
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