El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo a los miembros del gabinete y otros contactos cercanos que el multimillonario Elon Musk pronto dejará su cargo en el gobierno, informó Reuters el miércoles, citando a tres personas cercanas a Trump.
Trump ha encargado al director ejecutivo de Tesla y SpaceX que lidere los esfuerzos para recortar el gasto gubernamental y desmantelar varias agencias federales como funcionario especial.
Según la agencia de noticias, tanto Trump como Musk han decidido en los últimos días que Musk pronto regresará a su negocio. No fue posible contactar inmediatamente a representantes de la Casa Blanca ni al grupo de trabajo dirigido por Musk para confirmar el informe. La inminente salida de Musk se produce en un momento en que algunos miembros de la administración Trump y muchos aliados externos se han sentido frustrados por su imprevisibilidad y ven cada vez más al multimillonario como una carga política, una dinámica que se destacó el martes cuando un juez conservador respaldado por Musk perdió su candidatura para un asiento en la Corte Suprema de Wisconsin por 10 puntos.
También representa un cambio radical en la relación entre Trump y Musk respecto del mes pasado, cuando funcionarios de la Casa Blanca y aliados predijeron que Musk “estaba aquí para quedarse” y que Trump encontraría una manera de superar el límite de 130 días. Los partidarios de Musk dentro del gobierno creen que éste es el momento adecuado para una transición, dada su opinión de que se puede recortar mucho más de las agencias gubernamentales sin llegar al hueso. Pero muchos otros dicen que es una fuerza impredecible e incontrolable que ha tenido problemas para comunicar sus planes a los secretarios del gabinete y a la cadena de mando de la Casa Blanca liderada por la jefa de gabinete Susie Wiles, a menudo provocándolos un frenesí con comentarios inesperados y fuera de contexto en X, su plataforma de redes sociales, incluyendo compartir planes no verificados y descoordinados para destruir agencias federales.
La amenaza política que representa Musk se puso de relieve el martes después de que los demócratas aprovecharon la inversión de aproximadamente 20 millones de dólares de Musk en la carrera de Wisconsin, y algunos la llamaron abiertamente un referéndum sobre el magnate polarizador. Sin embargo, Trump ya había comenzado a suavizar la senda de deslizamiento más de una semana antes de las elecciones, incluso en una reunión del Gabinete el 24 de marzo, donde les dijo a los asistentes que Musk dejaría la administración, según una de las fuentes, que no asistió a la reunión pero fue informada sobre los comentarios. Un alto funcionario de la administración confirmó que Trump discutió la transición de Musk en la reunión.
Pero muchos allegados a Trump están cada vez más aliviados de que se espera que Musk pronto deje su papel central al lado de Trump y que la serie de sorpresas de DOGE (que van desde una serie de correos electrónicos de fin de semana exigiendo a los funcionarios federales que enumeren su producción hasta recortes accidentales a los programas de prevención del ébola) finalmente puedan estar llegando a su fin. Eso sin mencionar las preocupaciones sobre Musk como un lastre político que ha servido como punto de encuentro para los demócratas divididos.
Por: Tulio Ribeiro/