Ximena Barrientos

Un Libro Blanco

La Asociación Amigos de la China en Bolivia ve con preocupación a ciertas medidas de incremento arancelarios que pueden generar desencuentros y deterioro de las relaciones entre pueblos donde ha costado años construir y consolidar en un intercambio pacífico de bienes y mercancías.

Todos los pueblos del mundo estamos llamados a generar y garantizar las condiciones por una convivencia pacífica, por un desarrollo equitativo, por el cuidado de nuestra madre tierra y más aún deben ser las “potencias económicas” las llamadas a liderizar políticas de integración y cualquier desencuentro debe ser hecho en el marco del diálogo y la madurez.

La China ha lanzado el “Libro Banco” como iniciativa, es ahí donde debemos escribir todos los pueblos del mundo, nuestra historia, la historia de este nuevo ciclo, una historia de renacimiento y resurrección donde nos encontremos como hermanos, dueños del mundo, hijos de la madre tierra, madre por igual para todos, y cambiemos los conceptos de las denominadas migraciones que son cambios de lugar y de ninguna manera seres ilegales como se pretende. El ser humano tiene el derecho fundamental de la vida y la migración que es el derecho de ella.

 Las imágenes cotidianas que se muestra sobre seres humanos perseguidos como delincuentes, son seres que simplemente están indocumentados. El problema de fondo y que los gobiernos soslayan es el de documentar a millones de personas en lugar de amenazarlos con deportarlos, con suspenderles toda ayuda social o darles trabajo. La documentación debe ser obligada a que den los gobiernos con el objeto de asimilarlos a los programas que tengan en salud, trabajo y educación.  

Es realmente inaudito que se considere ilegal a la persona que simplemente este en estado de indocumentación.

Las amenazas de expulsar de un territorio a millones de personas que se encuentran trabajando, establecidas con familias e hijos y que contribuyen a la producción de un país es verdaderamente un acto que debe ser considerado porque quiebra los elementales derechos fundamentales de la vida.

Siendo el tema soslayado en todos los encuentros internacionales es que corresponde que las Naciones Unidas lo considere y lo apruebe como derecho fundamental, inherente al derecho de la vida, a la salud, a la familia, en otras palabras, ser parte del derecho de existir.

Las potencias económicas y la Naciones Unidas, en el marco de los puntos indicados, son el instrumento incuestionable para generar toda acción tendiente a lograr la fraternidad, integración y convivencia en un mundo de paz.

Así como las aves migran en un aire libre, de un continente a otro transportando en su equipaje semillas sin pasaporte, impuestos ni aranceles donde la humanidad se beneficia de gozar de ese ecosistema, los gobiernos debemos aprender más de nuestra naturaleza.

El incremento arancelario debemos considerar un atropello al desarrollo de los pueblos, es el de endurecer fronteras en un mundo donde precisamente la integración es patente, donde la tecnología nos ha acercado a extremos y nuestras diferencias deben sentarnos al diálogo y la reflexión de la historia que queremos escribir.

Por: Ximena Barrientos/

Asociación de Amistad Bolivia-China

Tribuna
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