El docente Luis Oporto destacó el valor de estos archivos para la formación académica y remarcó que estos repositorios no solo custodian el pasado, sino que ofrecen claves fundamentales para comprender la construcción de la memoria colectiva y la identidad nacional.
En una jornada académica orientada al rescate de la memoria histórica, estudiantes de la carrera de Historia de la UMSA, guiados por su docente Luis Oporto Ordóñez —presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB)—, hicieron un recorrido formativo por tres archivos emblemáticos de La Paz, donde se conserva parte fundamental del patrimonio artístico, cultural y sindical del país.
La expedición comenzó en la Casa Museo Inés Córdova - Gil Imaná, en Sopocachi, donde los universitarios conocieron el archivo especializado en arte del Museo Nacional de Arte. Guiados por la responsable de biblioteca Verónica Castro Lemus, los visitantes apreciaron documentos personales de figuras como Miguel Alandia Pantoja —cuyo legado fue reconocido por la Unesco como Memoria del Mundo—, David Crespo Gastelú y Rosenda Caballero. Además, accedieron al libro El amor y la belleza, biografía construida a partir del archivo personal de los artistas Inés Córdova y Gil Imaná.
El segundo punto fue el Centro Cultural Museo Marina Núñez del Prado, ubicado en lo que fue el hogar de la escultora paceña. Allí, los estudiantes accedieron a un archivo aún en proceso de organización, donde se conservan pasaportes, cartas, fotografías, bocetos, manuscritos y documentos inéditos de gran valor, entre ellos escritos de Óscar Alfaro y un retrato dedicado por Oswaldo Guayasamín. La curadora Varinia Oros explicó que estos materiales revelan una dimensión íntima de la artista y de la historia del arte boliviano.
El recorrido concluyó en el Sistema de Documentación e Información Sindical (SiDIS), en la zona San Pedro, modelo de archivo obrero en Latinoamérica. Fundado por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) en 1986, el SiDIS conserva más de 120 metros lineales de documentación histórica sindical y una biblioteca especializada con más de 10 mil volúmenes. Su responsable, Danny Ugarte, explicó que también se resguardan registros orales, audiovisuales y documentales inéditos filmados en los años 80.
El docente Luis Oporto destacó el valor de estos archivos para la formación académica y remarcó que estos repositorios no solo custodian el pasado, sino que ofrecen claves fundamentales para comprender la construcción de la memoria colectiva y la identidad nacional desde el arte y la organización social.
AEP