Situado en una de las grandes maravillas del planeta, en este lugar hay centenares de vagones y locomotoras abandonadas que no hacen más que añadir espectacularidad a un enclave ya de por sí impresionante.
Desde las tumbas de los héroes de la independencia hasta los modernos nichos de cristal, el camposanto refleja la evolución de la sociedad boliviana y sus cambiantes actitudes hacia la muerte y la memoria.