Bolivia se erige como una nación de paz y solidaridad en medio de las turbulencias diplomáticas que sacuden la región.
Ante las irresponsables acusaciones lanzadas por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, las autoridades bolivianas respondieron con firmeza y claridad, desmintiendo de manera enfática, y con profundo respeto, cualquier sugerencia de complicidad en actividades terroristas.