Esta crónica, contada a través de un álbum lleno de recuerdos y fotografías, ilustra la lucha de las comunidades marginadas durante tiempos de dictadura, represión y cambio. Un ejemplo de esa batalla es la vida y legado de ‘Barbarella’, un icónico personaje que desafió las normas sociales y políticas en Bolivia, desde sus luchas contra la represión policial hasta su incansable activismo por los derechos LGBTI.
David Aruquipa Pérez . – El mes de mayo viene marcado por una serie de eventos conmemorativos que trazan un itinerario de celebraciones. El 15 de mayo es el Día Internacional de las Familias, desde el año 1993. El 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, que conmemora la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1990. El 24 de mayo es el Día Nacional contra el Racismo y toda Forma de Discriminación en Bolivia, en desagravio a la violencia de la que fueron objeto 50 campesinos producto del profundo racismo de parte de grupos radicales en la ciudad de Sucre, en mayo de 2008. Este año 2024, la entrada de la festividad del Señor Jesús del Gran Poder se realizará el 25 de mayo y, para cerrar el mes, el 27 de mayo se celebra el Día de la Madre Boliviana, fecha que conmemora los levantamientos de la colina de San Sebastián en Cochabamba, a inicios del siglo XIX, movimiento conocido como la sublevación de las Heroínas de la Coronilla.
‘Barbarella’ disfrazada de china, en 1974.
La historia se construye y reconstruye de memorias y fragmentos históricos. Todos estos eventos se conectan con la vida y las acciones de Pedro Zoilo Alaiza Luna, nombrado por sus amigas travestis como la ‘Peter’ y, por las más cercanas, como ‘Barbarella’.
El álbum rojo de ‘Barbarella’
“Te dedico estas cuantas líneas en el día de tus cumpleaños, que te lleva mis deseos de que vivas muchos años, y que no te falten nunca alegría y dicha juntas”, firmó su amiga Clara, en Cochabamba, el 22 de febrero de 1979. Así inició el recorrido por el álbum rojo de la mítica ‘Barbarella’, un objeto ya desgastado por los años, con una cubierta de cuerina roja repujada con figuras florales que ornamentan el documento atesorado por ‘Ninón’, Víctor Hugo Vidangos, quién se convirtió en su sucesora de historias y luchas. Fue ella quien acompañó a la matriarca travesti hasta su último día de vida y la misma que ahora comparte su herencia mayor, el álbum rojo de la ‘Peter’.
La primera página está vacía, pero aún quedan las marcas de cuatro fotografías que seguramente fueron retiradas, robadas o regaladas a sus amigas. La siguiente página da cuenta de su vida artística como china morena: la imagen de la ‘china de oro’ es hermosa, se ve a ‘Barbarella’ con canelones dorados y una sonrisa impactante, seductora y siempre viva, la diva star.
‘Barbarella’ durante su participación en el Gran Poder de 1973.
Cada página tiene uno, dos o más restos de pegamento, que revelan que este registro visual se hizo y rehízo. Este álbum ayuda a recrear los momentos especiales y conocer parte de la historia y los personajes que arroparon la vida de ‘Peter’ Alaiza. Es una evidencia que nos permite hacernos una idea de cómo era su vida: hay fotos familiares y de su vida amorosa, abrazos y afectos son parte de las imágenes. No podían estar ausentes sus amigas, cual ‘mariposas’ coloridas que brillan en distintos lugares, y muchas otras con quienes seguro compartió en el mundo estético de la peluquería.
Fotografías curiosas llaman la atención, como la de un hombre guapo, imagen que seguro muchas de sus amigas ‘mariposas’ intentaron sacar del álbum. Sin embargo, esta y otras fotografías se aferraron muy fuerte para quedarse allí acompañando a la diva. Otra imagen reveladora es la que muestra una línea de marcador rojo sobre el rostro de un hombre que está al lado de la diva. Se ve que ella hace fuerza para apartarse de él, como queriendo borrar al hombre que seguramente no merecía a nuestra ‘Barbarella’. En la foto principal, que gana las miradas de ‘Ninón’ y la mía, se la ve altiva a ‘Barbarella’, al interior de una iglesia, frente a la imagen del Tata Santiago, seguramente en Guaqui, un 25 de julio. Es uno de los retratos más hermosos del álbum.
'Barbarella' junto a un hombre al que trató de borrar de la foto con un marcador rojo.
También hay fotos de sus viajes. En una que seguramente ‘Peter’ atesoraba se lo ve a él con un traje smoking al lado de Angélica María Hartman Ortiz, una actriz y cantante mexicano-estadounidense, conocida como ‘La Novia de México’, afamada por sus papeles en películas y telenovelas latinoamericanas.
En el recorrido por las páginas de este álbum, ‘Ninón’ emocionada se detiene en la última página y rememora: “Yo he sido alumno del gran maestro ‘Peter’ Alaiza, más conocida como ‘Barbarella’, a quien la tengo en este álbum. Y esta (señala la fotografía de una invitación) es la única evidencia de la coronación de ‘Barbarella I’. Gracias a este evento hemos sido expuestas a la opinión pública (...) se abrió un debate nacional porque ‘Peter’ salió en los periódicos, porque se lo llevaron preso por haber hecho una elección homosexual. Era en un gobierno machista, un gobierno militar”.
‘Barbarella’ en una fiesta rural, en 1977.
Su Majestad ‘Barbarella I’
Una emblemática represión policiaca contra las travestis fue realizada el 15 mayo de 1971, ocasión en que ‘Barbarella’ organizó su coronación como ‘Barbarella I’. Dicha coronación no se llegó a concretar por la intervención policiaca. Este hecho está muy bien reflejado en esta crónica de la revista Sucesos:
(...) Hace poco planearon una gran fiesta para coronar a la “amiga” predilecta, a la más “bonita” e interesante. (…) Cada “una” se esmeró a vestir el traje más elegante y costoso. “Algunas” llevaban trajes largos —maxis— de cóctel muy bien cosidos y muy adornados, “otras”, en cambio, vestían provocativas mini-faldas y “una que otra”, tal vez por un resto de pudor, quiso llevar coquetones pantaloncitos, muy amplios en la parte baja y estrechos en los muslos, todo confeccionado con las mejores telas, encajes y otros adornos. (…) Cuando el entusiasmo había llegado a su clímax, se suspendió el baile y se procedió a la ceremonia central que consistía en la coronación de su Majestad Barbarella I, reina del Misterius Queens Club, algo así como el “Club de las reinas misteriosas” que resultó ser, en la realidad, un jovencito hijo de distinguida y acaudalada familia de esta ciudad (...) Pero, en este tipo de reuniones, no faltan los descontentos o los que no están de acuerdo con este tipo de “progresos”, que en este caso fue un par de jovencitos que, invitados por primera vez como varios otros, sintieron náuseas y decidieron abandonar los salones cuando la fiesta estaba en su apogeo. Según ellos, dejar la fiesta no era suficiente, razón por la que, aprovecharon el paso de uno de esos utilísimos vehículos que son los “radio-patrulla”, detuvieron al primero que se cruzó en su camino y denunciaron a los tenientes Humberto Mendoza y Grover Nardy, lo que estaba ocurriendo en la calle Linares.
(...) No puede decirse quiénes fueron los sorprendidos. Si los integrantes de la patrulla que inicialmente creyeron que habían sido sorprendidos y burlados por los denunciantes, pues, las “niñas” que allí veían parecían ser “mujeres de verdad”, o los concurrentes a la fiesta, especialmente los galanes, que se llevaron un susto mayúsculo. (...) Las damas, especialmente la reina, reclamaron airadamente. Era en primer lugar un domicilio particular, al que no podían ingresar sin previa orden fiscal los jóvenes tenientes y sus guardianes, de otra parte, se trataba de una fiesta como cualquier otra, que no podía ser interrumpida por más que los allanadores fueran representantes de la ley. Allí no se cometía delito alguno. Sin embargo, no lo entendieron así los ocupantes de la “radio-patrulla” que expresando cortésmente: “Tiene usted razón, pero marche preso”, se llevaron a las doce “damitas” y a los invitados que eran en número mayor. (...) en las dependencias de la Dirección de Investigación Criminal se produjo un nuevo alboroto. Las dueñas de la fiesta, encabezada por “Barbarella I”, continuaban reclamando airadamente. Exigían su libertad y protestaban porque se había interrumpido así una fiesta que —según dijeron— era de lo más inocente, en ella solo se bailaba y se reía. De todos modos, pese a las protestas indignadas de las defraudadas “muchachas” se tuvieron que quedar, hasta el día siguiente, detenidas bajo la acusación de conducta inmoral y escándalo.
‘Barbarella’ en su debut en un desfile trans, 1995, Santa Cruz.
Esta crónica, escrita con los prejuicios de la época, describe la opresión policiaca y el abuso de poder del que fueron víctimas las travestis. La represión caracterizó a esos años de dictadura, durante los cuales estos actos de violencia eran repetitivos. Las fotografías que acompañan este texto muestran la presión policiaca hacia las travestis y homosexuales. Se ve cómo las ‘fuerzas del orden’ las obligan a actuar, una y otra vez el momento de la coronación, para mofa y burla de los policías quienes tomaban las fotografías, en un supuesto trabajo de ‘reconstrucción’ de los hechos.
Este álbum rojo de ‘Barbarella’ contiene la invitación a esta fiesta y la revista Sucesos describe a detalle todo lo sucedido. Mil veces valiente ‘Barbarella’, que fue la primera activista que se atrevió a interpelar al poder en una época de dictadura.
La china de oro, la fiesta de las travestis
Fue en la festividad del Señor Jesús del Gran Poder en 1974 que ‘Barbarella’ (‘Peter’ Alaiza), vestida de china, le da un beso al presidente de facto de entonces, Hugo Banzer Suárez, en plena fiesta del Gran Poder.
Este hecho derivó en la prohibición de la presencia homosexual en las fiestas. ‘Ninón’ rememora: “El Gran Poder era visto como una fiesta marginal porque nunca accedía al centro de la ciudad de La Paz, era por la zona Chijini. Ahí bailaba ‘Barbarella’, recientemente llegada del Brasil, entonces causó gran sensación porque se hizo muy bonitos trajes y empezó a subir la pollera —como tenía buena figura y era alto—, se puso las minis cortas. Las chinas bailaban vestidas de mujer nomás, pero él empezó a usar los moños que él se armaba, usaba mucha peluca, colgando los canelones por acá (señala el torso), se ponía rosas. De esa manera, las únicas que usaban la pollera corta eran las chinas, las más arregladas, con maquillaje, escotes, las más adornadas, las más aplaudidas. Eso ha hecho la osadía de la gran amiga ‘Barbarella’, que en plena Entrada del Gran Poder se sube las gradas, porque el general Banzer tenía que darse un ‘baño de pueblo’, y tenía que ir a esta manifestación cultural del Gran Poder quiera o no”.
Peter Alaiza ‘Barbarella’ con Angélica María, en México
Entonces, el Gran Poder ha sido un escenario donde la ‘china de oro’ dejó huellas históricas, no solamente por este beso que costó la expulsión de las travestis de la fiesta, sino por su aporte como folklorista en distintas fraternidades, como Chuquiago Producciones. En este conjunto, fundado el 1 de enero de 1980, ‘Barbarella’ bailó caporales, muy femenina con la estética travesti. Luego le prohibieron bailar con atuendos femeninos, por el supuesto decreto ‘Banzer’. Entonces, tozuda, bailó con un traje de macho caporal, pero super maquillado y con una peluca ondulada. Provocaba a la directiva con sus propuestas estéticas, que dejaban sin saber cómo reaccionar a los dirigentes conservadores de esa época.
La matriarca radica a Santa Cruz
‘Barbarella’ tenía una energía que transmitía respeto y miedo. En los años 80, dejó la ciudad de La Paz y se trasladó a Santa Cruz de la Sierra, donde continuó su actividad como estilista y activista por los derechos de la población LGBTI. Apoyó causas sociales y económicas en respuesta al fenómeno del VIH y sida en sus inicios, muchas de sus amigas murieron por esta pandemia. También organizó y participó en distintos eventos sociales y culturales. Fue elegida como ‘Señora Bolivia 1996’ y nunca dejó de bailar de china morena, esta vez con residentes paceños en el mercado Mutualista y otros espacios. La última fotografía de china morena que se tiene de ‘Barbarella’ conmueve la vista del escribano, y ahora es la portada de esta crónica homenaje.
La fama como estilista en Santa Cruz la llevó a ser parte de la ficha técnica de la película Los Igualitarios (1991), dirigida por Juan Miranda, en la que se desempeñó como maquillista.
El 30 de agosto de 1999, en su domicilio, falleció la gran ‘Barbarella’ por causas desconocidas. ‘Ninón’ narra el suceso: “(...) Ese día fatídico como de costumbre voy al salón de belleza de ‘Barbarella’, nos encontramos con las otras chicas que trabajábamos allí y vemos que cierran el salón. ¡Qué raro! Nos preguntamos, ella no daba las llaves a sus empleadas, solía abrir a primera hora para que ingresemos, desesperadas la llamamos a gritos ¡¡¡‘Barbarella’, ‘Barbarella’, ‘Barbarella’!!! Su cuarto estaba en el altillo del salón, un silencio envolvía la casa. Tuvo que abrir la Policía para ingresar a la casa de ‘Barbarella’. Ella se encontraba en la tina de su baño inerte, sin vida. Las lágrimas enceguecían mis ojos, y toda mi vida con ella daba vueltas en mi cabeza. Su cuarto estaba lleno de recuerdos, imágenes, fotografías, pelucas, adornos coloridos. Me quedé huérfana, me había dejado mi referente de vida”.
Esta crónica visualiza una época marcada por la represión estatal y social. Por otro lado, pone en manifiesto la resistencia al ‘orden’ y el desafío al poder. Entonces, la emergencia de liderazgos como la de ‘Peter’ Alaiza/‘Barbarella’ permitió avanzar en épocas difíciles de enfrentamiento al sistema estatal y social. La importancia de evidenciar estos momentos históricos permite reflexionar sobre los avances y desafíos en el futuro. ‘Barbarella’ construyó una familia política, se enfrentó a las estructuras conservadoras y luchó contra la homofobia y la transfobia. Desde la estética travesti, revolucionó las fiestas populares como china morena. Fue matriarca de muchas compañeras que hasta hoy la recuerdan y siguen sus pasos.
Este mes celebremos por ¡‘Barbarella’, una hija ilustre del atrevimiento!