El proyecto refleja el aporte del intelectual paceño a la historia y educación boliviana, así como su papel en la Guerra del Chaco.
Estudiantes de Archivística de la carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), liderados por Luis Oporto Ordóñez, visitaron el taller Restauraciones Supay, guiados por la conservadora Tatiana Suárez, para conocer el proceso de recuperación y restauración del fondo documental de Raúl Bravo Portocarrero, un patrimonio histórico invaluable preservado para permitir su acceso público.
Raúl Bravo Portocarrero (1906-1996), destacado educador e intelectual paceño, dedicó su vida al estudio de las ciencias sociales, la historia y la educación. Su legado, documentado con esmero, es rescatado gracias al trabajo de Restauraciones Supay, con apoyo del Fondo Concursable Municipal de las Culturas y las Artes (Focuart) de La Paz.
Restauración
El proyecto, liderado por Suárez y titulado Memorias de un patriota: conservación y revalorización del Archivo del profesor Raúl Bravo Portocarrero en el marco del Bicentenario de Bolivia, incluyó la catalogación, limpieza, hidratación, desinfección y almacenamiento de documentos en materiales neutros. Además se desarrollaron actividades de difusión para poner en valor este archivo fundamental para la historia boliviana.
Restauraciones Supay, con una trayectoria de más de diez años, también ha trabajado en la rehabilitación de otros archivos privados, como los de Franz Tamayo y Armando Alba. En este caso, el archivo de Bravo se presenta como una ventana al pasado, mostrando la vida y obra de un hombre que dejó huella en el ámbito académico y militar.
Durante la visita, Tatiana Suárez ofreció una charla detallada sobre el proceso de conservación, destacando que el archivo, compuesto por más de tres mil documentos, preserva una parte esencial de la historia intelectual y militar de Bolivia.
El docente y archivista Luis Oporto Ordóñez, la conservadora Tatiana Suárez y estudiantes de Archivística de la carrera de Historia de la UMSA. Fotos: FC-BCB
“Sus aportes abarcan tanto el ámbito académico, donde enriqueció la educación boliviana, como su papel durante la Guerra del Chaco, un conflicto que marcó el rumbo de la nación. Su archivo es un recordatorio del valor de la identidad y la defensa de lo propio, elementos fundamentales para las futuras generaciones”, señaló Suárez.
Importancia histórica
El docente Luis Oporto enfatizó en la trascendencia del archivo de Bravo como una fuente invaluable para interpretar la historia del país. Entre los documentos se encuentran recortes de periódicos, fotografías, estrategias militares de la Guerra del Chaco, y escritos sobre la Batalla de Conchitas, entre otros.
“Es esencial que los futuros historiadores investiguen este legado. Es un material que no solo nos conecta con nuestro pasado, sino que nos ayuda a construir nuestro futuro como nación”, afirmó Oporto.
La visita culminó con una reflexión sobre la importancia de la conservación patrimonial. Según Suárez, preservar documentos históricos no solo protege el pasado, sino que también fortalece la identidad cultural y nacional.
“La conservación del patrimonio documental es la acción que permite mantener viva la memoria nacional. Es nuestra responsabilidad asegurar que estos bienes sigan siendo relevantes para las generaciones venideras”, concluyó Suárez.
Breve semblanza
Nacido en La Paz en 1906, Raúl Bravo Portocarrero se destacó desde joven en las ciencias sociales y la educación. Participó en la Guerra del Chaco, donde fue reconocido como héroe nacional y Benemérito de la Patria. Luego del conflicto dedicó su vida a la educación, fundando escuelas rurales y liderando reformas educativas. Su legado le valió reconocimientos como la Gran Orden de la Educación Boliviana y el título de Gestor de la Autonomía Universitaria.
El archivo de Bravo es un testimonio vivo de su aporte a la construcción de Bolivia, rescatado y valorizado para preservar la memoria histórica del país.
La Paz/AEP