El creador, Jhonny Quino, es consejero de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, y su obra puede verse en la Casa de la Cultura.
El imponente Illimani —musa consentida de pintores, escritores y músicos— es el tema central de la exposición Mitos y leyendas, del consagrado artista plástico Jhonny Quino. La muestra es un homenaje a la ciudad de La Paz y a su fiel protector. Se la puede visitar en la Casa de la Cultura Franz Tamayo (Av. Mariscal Santa Cruz), salón Arturo Borda, hasta el 24 de julio.
El símbolo más representativo de la ciudad de La Paz es el Illimani, el guardián de quienes habitamos y nacimos en esta tierra tiene varios nombres, pero también mitos y leyendas sobre su origen. La conexión del apu (espíritu protector) con los habitantes de la ciudad llamó la atención del artista y expresó ese vínculo en sus pinturas.
Sus obras muestran al Illimani como protector, guía y acompañante de hombres, mujeres y hasta de otros elementos andinos, como los chullpares. A esos cuadros los acompañan lienzos de su trabajo habitual y a lo que se dedica, con regularidad, la figura humana. En ellos se muestra la lucha del hombre con su propio ego, la vanidad, el tiempo y la futilidad de lo material.
En la inauguración de la exposición estuvieron presentes destacadas personalidades del ámbito cultural, como el presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, Luis Oporto Ordóñez; el consejero de Administración Guido Arze; el director general, Pavel Pérez Armata; la directora del Museo Nacional de Arte (MNA), Claribel Arandia; el jefe nacional de Gestión Cultural, David Aruquipa; el secretario municipal de Culturas de La Paz, Américo Gemio, entre otras personalidades.
El evento inició con las palabras de la directora del MNA, quien destacó la trayectoria del artista y su noble labor como docente en la Universidad Pública de El Alto. Sobre la exposición manifestó que su trabajo se decanta en las márgenes del color, que reta sin miedo y aplica gamas de quebrados con bastante astucia.
“En esta oportunidad nos regala un pantallazo desde lo onírico hasta una visión surrealista desde el Tata Illimani, conjugada con cuerpos que nos recuerdan los bordes, los caminos sin recorrer, los márgenes de la imaginación, sin olvidar su llamado al origen de la vida; el Tata Inti, que día a día nos ve nacer”, expresa en el catálogo de la exposición.
El consejero de Administración Guido Arze recordó al Illimani de Arturo Borda, a los Kjarkas y su Chuquiago marka, lo que demuestra el sentir y respeto que tienen los artistas a esa montaña sagrada.
“Ese Illimani que flota, que vuela mostrando sus raíces que nacen de la piedra me sacudió enormemente, espero que lo descubran al ver sus cuadros, esos cuadros con redondeces absolutamente impresionantes, ese manejo del color, de la profundidad y del sentir. En cada cuadro hay un sentir, ese sentir que tienen que descubrir dentro de cada uno viendo esta obra magnífica. Lo conocí hace cuatro años, descubrí que es un hombre muy sensible y cada día que charlo con él sigo descubriendo esa sensibilidad que me demuestran hoy sus obras. Les invito a conocer a Jhonny Quino a través de su trabajo”, agregó.
El acto continuó con las palabras del artista, quien agradeció a quienes se dieron cita en su exposición, al municipio por brindarle el espacio, así como a sus estudiantes y compañeros de trabajo. En su discurso de inauguración recordó la leyenda del majestuoso Illimani.
“Cuenta la historia que el hijo de Huiracocha, Illi, conoció a María, la hija desterrada por su propio padre, el temible Furia Keschua. La jovencita disfrutaba mucho cantar, lo que enamoró a Illi, pero existía una rivalidad entre ambas familias que hacía que su relación sea imposible. Pese a las adversidades, Illi, inspirado por el cantar de su amada, decidió casarse con ella en contra de todos. El día de la boda, los habitantes del valle fueron testigos del levantamiento de un inmenso nevado, blanco e imponente, que se erigió sobre la ciudad mientras la hermosa Mana desaparecía sin dejar rastros. Mana se había convertido en el inmenso nevado, su nieve es símbolo del vestido blanco. Ante la pena, Huiracocha decidió convertir a su hijo en la brisa de la cumbre de su amada, así quedaron juntos por toda la eternidad”, relató Quino, quien actualmente es consejero de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
La inauguración de la muestra concluyó con las palabras del secretario de Culturas del municipio paceño. En su alocución resaltó el trabajo de Quino y su forma de mostrar al icónico Illimani.
La Paz/AEP