El escritor boliviano reflexiona sobre una carrera que estudió, pero que decidió no ejercer, así como sobre algunos elementos de su proceso creativo.
La Paz, 10 de junio de 2023 (AEP).- El escritor paceño Gabriel Mamani —quien presentará en diciembre un nuevo libro de cuentos y lanzará su novela Seúl, São Paulo en Barcelona próximamente— estudió Derecho, sin embargo, relató: “Me retiré el día que recibí mi título y supe desde el primer día que eso no era para mí”.
Gabriel señaló que el esquema de éxito en su familia, como en muchas otras, implica un trabajo estable en alguna instancia gubernamental, con traje y corbata, y que esa imagen lo guió a estudiar Derecho en la Universidad Mayor de San Andrés. Empero, su intención de dedicarse a escribir literatura ya se había asentado en su mente.
“Fui muy buen alumno, me interesaba debatir y conocer más, pero no estaba listo para lo que iba a enfrentar ahí. Desde el principio, la corrupción está presente todo el tiempo, en los prefacultativos me explicaron que había una manera de entrar pagando 3.000 bolivianos. Y para presentar mi tesis me dijeron que se tenía que pagar 2.000 dólares”, contó el escritor.
Sin embargo, lo que resalta de esa experiencia es que lo enfrentó a facetas de la realidad que son complejas y conflictivas. De ahí nació una rabia, que en muchos casos lo motivó a escribir. Lo que dejó en claro Mamani es que esa sensación está presente en la intención de poner en el papel las historias que van tomando forma en su imaginación, sin embargo, no está presente de forma consciente en su literatura.
En sus artículos de opinión puede ser más claro con la rabia que le generan ciertas experiencias. Ya en esa instancia, la ficción y la escritura pueden llegar a tomar el control de lo narrado y los caminos pueden diversificarse hacia horizontes inesperados. Para Gabriel, una vez que sus libros circulan entre sus lectores, ya no le pertenecen y su papel es acompañarlos a nuevos destinos.
“Las interpretaciones de otras personas me muestran estructuras de las que no tenía consciencia, así como mis propias obsesiones. Ahora que ya se han publicado algunas de mis obras —y he vencido varios de los miedos que implica el proceso de escritura— puedo sospechar más de mí mismo, a pesar de que igual debo enfrentarme a la incertidumbre del papel en blanco”, explicó el creador.
Hace más de una década, tras licenciarse y decidir que no buscaría trabajo como abogado, el futuro de Gabriel pudo sonar incierto, así como una hoja de papel sin nada en ella. Empero, la decisión de hacer de la escritura el centro de su vida, lo llenó de convicción sobre su camino. Determinación que hasta ahora lo ha llevado a diferentes latitudes, a múltiples premios y sobre todo a seguir narrando.
Gabriel Mamani Magne
Nació en La Paz, Bolivia, en 1987. Estudió Derecho. No ejerció jamás y recalcó que no lo hará nunca. Reniega de uno de sus primeros textos, el cual ganaría un premio a la literatura juvenil en 2010. El siguiente, Tan cerca de la luna (2012), que también fue premiado, sí es de su agrado. Entre otros textos y galardones, obtuvo el Premio Nacional de Novela 2019 con Seúl, São Paulo.
