Es el primer museo de el alto, fue fundado el 29 de mayo de 2002 en Ciudad Satélite y a través de los años mantuvo su presencia a pesar de las situaciones difíciles.
Inaugurado el 29 de mayo de 2002, el museo Antonio Paredes Candia se transformó con los años en una veta cultural de la ciudad de El Alto. Se trata del primer museo de la urbe alteña y actualmente alberga colecciones de arte contemporáneo que son consideradas un tesoro.
Todas las obras de arte ingresaron al museo como donación o adquisición simbólica de artistas comprometidos con el desarrollo cultural.
El museo también alberga una valiosa colección de arqueología, obras de pintura, dibujo, grabado y escultura.
En el hall principal se hallan cuadros de paisaje del siglo XX. Obras históricas de El Alto del famoso fotógrafo Julio Cordero se observan en otra pared de la habitación central.
En la planta baja del museo, ubicado en Ciudad Satélite, se encuentra la vitrina de Arte Sacro, donde se exponen obras variadas desde cuadros hasta esculturas, Niños Jesús de cera, de diferentes épocas.
Una sala de retratos reúne una magnífica serie de personajes notables o anónimos. Una sala de dibujos, grabados, acuarelas contiene un valioso conjunto de obras, según sintetizaron Michela Pentimalli y Alfredo La Placa en el texto Museo de arte Antonio Paredes Candia.
La habitación que sirvió de estudio y oficina a Antonio Paredes Candia conserva su escritorio original, algunos objetos y condecoraciones del fundador del museo. En las paredes se aprecian algunos retratos de Paredes Candia representado en diferentes épocas de su vida y en distintas técnicas, así como una escultura en bronce de su cabeza, obras de destacados artistas nacionales.
En el último piso se encuentra la sala de escultura Víctor Zapana, un espacio circular privilegiado con amplios ventanales que albergan obras de cuatro consagrados escultores bolivianos del siglo XX.
Paredes Candia nació en La Paz en 1924 y murió en la misma ciudad el 12 de diciembre de 2004. Su amor por las costumbres y tradiciones lo llevó a dedicarse a la recuperación de las tradiciones de Bolivia.
En 2002 donó al Museo Nacional de Arte Antonio Paredes Candia más de 400 obras de arte y toda su biblioteca personal.
AEP
