El atleta potosino contó sorprendido que estar donde llegó no fue fácil asimilar, porque no pensó colgarse una presea a poco de haber dado los primeros pasos en el deporte que hoy abraza y será parte de su vida.
La Paz, 02 de octubre de 2023 (AEP). - La erupción de una nueva estrella en el atletismo boliviano está latente en Brayan Choque Sandina, un deportista potosino de 18 años que en sus inicios como atleta le regaló una medalla de oro al país en una competencia internacional que se corrió en Colombia.
Contó sorprendido que estar adonde llegó no fue fácil asimilar, porque no pensó colgarse una presea a poco de haber dado los primeros pasos en el deporte que hoy abraza y será parte de su vida.
“No sabía que tenía ese talento. Lo descubrí en el colegio a los 16 años, porque el profesor de Educación Física nos hacía trotar y me comenzó a gustar correr. Mi próximo objetivo es seguir preparándome para sorprender al país con otra victoria”, relató.
Al margen de atletismo practica fútbol que, por ahora, ha quedado en un segundo plano porque su prioridad es prepararse en la disciplina que le ha dado la primera satisfacción internacional, y tiene la confianza y seguridad que, a corto, mediano y largo plazo, le reportará más alegrías y premios no solamente personales sino para todo el país, como en su momento ha disfrutado con triunfos de Jhonny Pérez, Marcelo Rejas, Giovanna Irusta, los hermanos Calizaya, Héctor Garibay, Vidal Basco, Jhoselyn Camargo, entre otros.
Indicó que practica atletismo porque “le encanta correr por las montañas, al aire libre, donde uno se siente liberado cuando llega a un punto”.
En sus planes a futuro está convertir al deporte base en un modo de vida “en vez de perder tiempo en otras cosas que nos son buenas para la salud”, al margen de fijar su idea de formarse en el profesionalismo como militar y aprovechar la beca que le concedió el comandante general del Ejército, Gral. Juan José Zúñiga, para estudiar en el Colegio Militar Gualberto Villarroel.
“Quiero agradecer a mi general Zúñiga por haberme concedido una beca para estudiar en el Colegio Militar y no lo voy a desaprovechar para ser un hombre de bien en favor de la sociedad”, subrayó.
DISCIPLINA Y DEDICACIÓN
Mencionó que para ser un buen atleta hay que tener disciplina, constancia y dedicación, especialmente una buena alimentación. “Si un atleta no está bien alimentado, te dificulta cumplir con una buena preparación y mejor participación; entonces, es un aspecto básico”.
No ocultó su admiración por Héctor Garibay en el plano nacional y por los kenianos en el orden internacional. “Garibay tiene una importante motivación y eso es fundamental para que un atleta se forme bien y tenga una mejor presencia en las competencias. Admiro al keniano Aliud Kipchoge, voy a trabajar para llegar a ese nivel, sé que es difícil pero con trabajo, disciplina y una buena alimentación se puede alcanzar” remarcó.
Su dieta alimentaria estaba basada en fruta: plátano, manzana, naranjas, además de cereales como la avena con leche, yogur. “También me alimento con lagua en el cuartel, que tiene alto nivel proteico”, señaló.
Adelantó que el próximo paso es entrenar y prepararse bien para correr el próximo año en pruebas de 16 kilómetros.
Admitió que estar en el servicio militar es una ayuda importante, porque en los cuarteles se realizan ejercicios y trotes, eso “físicamente nos mantiene bien, ayuda a fortalecer nuestra musculatura y resistencia”.
Entre sonrisas contó: “Cuando hay una chocolateada les ganó a mis camaradas, aunque no siempre, porque hay otros que tienen su guacho (astucia) para llegar entre los primeros. Las jaripeadas no siempre tienen un fin sancionatorio, sino sirven para fortalecer el cuerpo”.
Para competir en una prueba internacional dijo que se necesita una buena preparación que abarca un tiempo de entre tres a cuatro meses. “En cada día de entrenamiento hay que ponerle ganas, actitud y tener en la meta la idea fija de ganar”.
“Antes de viajar a Colombia tenía cierto miedo, pero con la ayuda de mi Cnl. Julio Buitrago, las charlas con amigos y el entrenador comencé a formarme en mi cabeza la idea de que podía y tenía que llegar primero a la meta, gracias a Dios se dio y logré ganar la medalla de oro”, remarcó.
Antes de partir a la sede del campeonato sudamericano de Trail y Montaña no sabía con qué rivales se iba a enfrentar, pero a medida que pasó el tiempo se interiorizó de los potenciales adversarios. “No sabía contra quiénes iba a pelear por los primeros puestos, pero poco a poco sabía quiénes eran los candidatos, aunque no le presté mucha atención y solo me concentré en lo que tenía que hacer en la carrera, además tengo un plan para activarlo, antes de una competencia hay que consumir fruta y no excederse en la comida porque uno tiene que estar livianito el día de la prueba, lo apliqué y dio un buen resultado”, refirió.
Con las dificultades que tropezó mencionó al frío y al viento que le secaron la garganta. “Puede ser fácil correr en una pista, es un terreno plano; en cambio, en las pruebas con montañas, con subidas y bajadas, algunas veces cruzando ríos, tienes que saber acelerar, hacer la pausa, saber dosificar tu energía y en qué lugar rematar”, reseñó.
SUEÑO: UN TÍTULO MUNDIAL
El triunfo logrado en Colombia le abre una nueva ilusión a Brayan Choque: ganar un título mundial.
“En 2025 se va a correr un mundial, de mi parte voy a poner todo y a estas alturas de mi trayectoria no puedo conformarme y desperdiciar el tiempo, tengo que trabajar más para dar más. Voy a ir paso a paso, pensando en ganar en todas las competencias hasta conseguir un título mundial”, enfatizó.
Anunció que en su agenda tiene apuntado correr en 2024 un campeonato sudamericano.
Destacó que lo que más fuerzas le da para seguir adelante es el apoyo de su mamá, su papá, e hizo una mención especial al comandante de la Escuela de Aplicación de Armas y Tecnología del Ejército, Cnl. Julio Buitrago.
Sus momentos libres dedica a hacer ejercicios, novenos, polichinelas, estiramientos, previo calentamiento, después a descansar, aunque “en el cuartel casi siempre estamos en actividad”, dijo.
VARA VARA
Al hablar de sus años de estudiante en el colegio, lo primero que se le viene a la cabeza es el recuerdo de sus compañeros, quienes le pusieron el apodo de ‘Vara vara’ (porque le gustaba jugar ráquetbol) y en el cuartel lo distinguen por su apellido.
No olvida su infancia vivida en su Amayapampa querida, donde disfrutó de lo bueno y lo malo, en medio del cultivo y el sembradío de alimentos. “Siempre le ayudaba a mi mamá, que cuando íbamos a cosechar había que levantar sacos de papa. Tengo que admitir que mi mamá ha sido parte de mi formación como atleta porque me hacía cargar costales de papa desde una montaña, eso me favoreció a elegir mi deporte favorito”, sonrió.
Entre sus anécdotas recordó la película Rocky, la preparación que cumplía el actor. “En el campo el clima es fresco y eso te ayuda. Me gustaba llevar una carga de papa a la montaña, ahí comenzó mi pasión por el atletismo”.
Finalmente, mandó el siguiente mensaje a los niños y adolescentes: “Les pido que le metan ganas, cuando se presente una oportunidad no la desaprovechen, que no se dejen llevar por la flojera”.
