Después de sus últimas presentaciones con resultados adversos, el cuadro celeste estaba obligado a cambiar la forma de jugar y lo hizo con una buena dosis de buen juego y goles.
Torres asistió al estadio alteño, pero no para dirigir el entrenamiento del elenco de la banda roja, sino para recoger su implemento de trabajo y retirarse sin dar declaraciones.