La respuesta oportuna en la zona permitió contener parcialmente los efectos de la rotura del depósito de pasivos minerales que data del Siglo XX.
La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) implementa un plan de mitigación ambiental la en la laguna artificial Kenko y sobre el río Andavilque —en el Municipio de Llallagua— para resolver, estructuralmente, los problemas que generó la rotura del depósito de pasivos minerales que data del Siglo XX.
Asimismo, evalúa el impacto que tuvo sobre las poblaciones rurales y asume acciones para prevenir futuros incidentes en la zona, según información institucional de Comibol.
El 16 de marzo y como resultado de una intensa precipitación pluvial en el municipio de Llallagua, la laguna artificial Kenko, ubicada en el exdistrito minero de Catavi registró un vaciado intempestivo resultado de la rotura de una parte de la base de contención de los pasivos minerales, lo que derivó en arrastre de agua y residuos mineros hacia el río Andavilque y, consecuentemente afecto a la población rural que lleva el mismo nombre.
Inmediatamente y sin pérdida de tiempo, la Comibol desplazó a la zona un equipo multidisciplinario de la Dirección de Medioambiente (DIMA) para que, paralelamente a los trabajos de contención, se proceda a evaluar el impacto ambiental que generó el deslizamiento de material de desechos mineros y, establecer las medidas más adecuadas para resolver el problema.
El personal técnico estableció, luego de realizar las actividades de evaluación sobre el incidente, que los deslizamientos de los pasivos mineros que contiene la laguna artificial Kenko se produjeron, a pesar de una tubería de ocho pulgadas para descarga permanente de agua, por la saturación provocada por el recurso hídrico aportada por las precipitaciones pluviales y, eventualmente, por conexiones clandestinas de conexiones para realizar depósitos de aguas servidas provenientes de la mancha urbana cercana al depósito.
Debido a la acumulación de agua, la laguna perdió estabilidad, resistencia y, consiguientemente, cedió a la presión y se rompió en la base.
El material acumulado salió entonces como mazamorra con dirección río abajo, lo que dejó, a lo largo de su trayecto, un impacto ambiental significativo que ahora está siendo mitigado.
La respuesta oportuna de la Comibol, el municipio y las cooperativas que, actualmente realizan actividades mineras en la zona, permitió, a la fecha, contener parcialmente los efectos que generó el incidente.
Con la implementación del plan de contingencia que puso en marcha la empresa, evitará mayor impacto en el medio ambiente y ecosistema en la zona.
AEP