El crecimiento de la ocupación en Bolivia es positivo, con un incremento del 0,7% en relación a 2022, lo que se traduce en 321.160 nuevos trabajos para un total de más de 4,5 millones de personas económicamente activas.
La Paz, 01 de mayo de 2023 (AEP).- El Modelo Económico Social Comunitario Productivo tiene entre sus objetivos la dinamización de la economía desde el mercado interno, propiciando el crecimiento y la generación de empleo, un resultado de esto se refleja en la mejora del poder adquisitivo de los bolivianos en un 300%, elevando así el nivel de vida y la productividad del país.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó recientemente los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) correspondiente al cuarto trimestre de 2022 para el área urbana de Bolivia.
El crecimiento del empleo en Bolivia es positivo, con un incremento del 0,7% en relación a 2022, lo que se traduce en 321.160 nuevas fuentes de trabajo para un total de más de 4,5 millones de personas económicamente activas.
La ECE muestra el crecimiento del empleo sobre el comportamiento de la desocupación urbana en Bolivia, donde se ve que las medidas de implementación de la industrialización y las condiciones para el desarrollo del sector privado han dado un efecto positivo en el crecimiento del país y su proyección a futuro.
El informe muestra que la población económicamente activa (PEA) en el área urbana superó los 4,5 millones de personas, lo que representó una variación positiva de 0,7% con relación al mismo trimestre del año anterior. Además, la tasa global de participación, que refleja la oferta de mano de obra que participa o está disponible para la producción de bienes y servicios, al cuarto trimestre de 2022, alcanzó el 73,2%.
En cuanto a la población ocupada en el área urbana, se registró un aumento del 1,62% respecto al cuarto trimestre de 2021, alcanzando un total de 4,3 millones de personas. Este incremento en la población ocupada puede ser considerado como una señal positiva para la economía del país.
Por otro lado, la tasa de desocupación al cuarto trimestre de 2022 fue de 4,3%, lo que significó una reducción de 0,9 p.p. respecto al mismo periodo en 2021 (5,2%). Esta disminución en la tasa de desocupación es un indicador importante de la estabilidad laboral en el país.
De acuerdo con los datos proporcionados por la última encuesta de población activa, en Bolivia el 24,9% de los ocupados, lo que equivale a 1,9 millones de personas, trabaja en el sector del comercio. Esta cifra demuestra que el sector comercial es uno de los principales motores de la economía boliviana.
En segundo lugar está la industria manufacturera, que es otro de los sectores con mayor número de empleados, con un 13,8% de los ocupados, lo que representa un total de 604 mil personas.
El tercer sector con mayor número de empleados es el de alojamiento y comida, con un 10,9% de los ocupados, lo que se traduce en 480 mil personas. El sector del transporte y almacenamiento ocupa el cuarto lugar, con un 9,9% de los ocupados, lo que se traduce en 435 mil personas.
Otro ámbito importante es el de la administración pública y defensa, que emplea a 220 mil personas, lo que representa un 5% de los ocupados. Por último, otras ramas de actividad emplean a un total de 1.058.000 personas, lo que representa el 23,7% de los ocupados.
La dinámica laboral en el área urbana de Bolivia ha experimentado cambios significativos durante el tercer trimestre de 2022. De acuerdo con los datos proporcionados, se observa que un total de 329 mil personas que antes se encontraban inactivas pasaron a estar ocupadas en el cuarto trimestre del mismo año.
En este marco, el analista económico Martín Moreira opinó que la inversión pública es un elemento clave de la política fiscal y debe ser potenciada para generar empleos y mejorar las condiciones de vida de los bolivianos, en sectores como el privado, público, comercio, construcción, transporte, almacenaje, servicios, agricultura, entre otros.
“La generación de empleo contribuye a la estabilidad económica y social del país y favorece el crecimiento económico. Los programas de empleo deben ser una prioridad para el Estado boliviano y para este fin se destinan recursos para la creación y mejora de infraestructuras y servicios públicos, lo que genera un impacto positivo en el crecimiento económico. En este sentido, el modelo económico ha sido uno de los más influyentes en la definición de políticas de inversión pública”, indicó el analista.
Moreira destacó que el modelo económico se basa en que el gasto público puede ser utilizado para estimular la demanda agregada y, por tanto, la economía en su conjunto. Esto se logra a través de políticas que buscan contrarrestar los procesos contractivos de la actividad económica y que estimulan la inversión y el consumo. En este sentido, el gasto de capital se ha convertido en una herramienta clave para impulsar el crecimiento económico.
En los últimos años, el gasto de capital ha aumentado significativamente, y en especial el destinado a infraestructuras. Según el Banco Mundial, las carreteras son una de las infraestructuras más importantes para el crecimiento económico, ya que generan un efecto crowding-in sobre la inversión privada, opinó.
“Esto significa que a medida que el sector público invierte en infraestructuras, se crea un ambiente favorable para la inversión privada, que puede verse atraída por las oportunidades de negocio que se generan. De esta manera, el gasto público se convierte en un estímulo para la inversión privada, lo que contribuye a dinamizar la economía y a restablecerla en su fase expansiva”, aseguró.
El salario aumentó de Bs 430 a Bs 2.250
De acuerdo con el analista económico Martín Moreira, el crecimiento económico ha tenido un impacto significativo en la mejora de las condiciones de vida de la población, gracias a una serie de políticas económicas y sociales que se han implementado en el país. En particular, la evolución de los salarios ha sido fundamental.
Uno de los indicadores más importantes es el salario mínimo nacional. En Bolivia, el salario mínimo se ha multiplicado por 3,9 veces durante la última década, pasando de Bs 578 (2008) a Bs 2.250 (2022). Este incremento está sujeto a la variación de la inflación en el periodo precedente, así como a la variación del Producto Interno Bruto (PIB).
El salario mínimo en 2002 fue de Bs 430; en 2004, de Bs 440; en 2005 se mantuvo en Bs 440 y en 2006 subió a Bs 500, momento histórico en el que se registra un incremento durante cada año hasta alcanzar el monto actual.
SIBOLIVIA beneficia a más de 10.000 empresas
El crédito SIBOLIVIA benefició a más de 10.000 unidades productivas de micro, pequeños, medianos y grandes empresarios con un desembolso de más de Bs 1.340,3 millones, a una tasa de interés del 0,5%.
De acuerdo con datos del Ministerio de Desarrollo Productivo, el 97,92% de los créditos fue solicitado por microempresarios, con un desembolso de Bs 711,4 millones; el 1,59%, por pequeños y medianos empresarios, con Bs 254,2 millones; y el 0,49%, por grandes empresarios, con un desembolso de Bs 374,5 millones.
“Este fideicomiso es muy atractivo, sobre todo para nuestros productores, nuestros microempresarios, nuestras empresas pequeñas, empresas medianas y grandes. Los créditos productivos son otorgados a una tasa de interés anual fija de 0,5%, la más baja de la historia del sistema financiero en Bolivia”, destacó el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.
La autoridad mencionó que el crédito SIBOLIVIA tiene un fondo de Bs 2.393 millones, recursos que son administrados por las entidades fiduciarias: Banco Unión y Banco de Desarrollo Productivo (BDP), a una tasa de interés baja de 0,5%.
Santa Cruz lidera la lista con un desembolso de Bs 451,8 millones; le sigue La Paz, con Bs 347,3 millones; Cochabamba, con Bs 290,7 millones; Chuquisaca, con Bs 83,7 millones; Tarija, con Bs 66,5 millones; Beni, con Bs 36,2 millones; Potosí, con Bs 29,4 millones; Oruro, con 27,9; y Pando, con Bs 6,5 millones.
En cuanto a beneficiarios, La Paz lidera la lista con 2.665 unidades productivas; le sigue Cochabamba, con 2.409 productores; Santa Cruz, con 1.994; Chuquisaca, con 1.275; Tarija, con 674; Potosí, con 421; Oruro, con 324; Beni, con 220; y Pando, con 34 unidades productivas de micro, pequeños, medianos y grandes empresarios.
Se beneficiaron unidades productivas de los sectores de industria manufactura, agricultura y ganadería, caza, silvicultura y pesca, alimentos y bebidas, metalmecánica y muebles, entre otros, con el fin de fortalecer sus empresas para sustituir importaciones.
El 17 de diciembre de 2020, el Gobierno nacional promulgó el Decreto Supremo 4424 que constituye el fideicomiso Firedin por Bs 911,1 millones para créditos a una tasa de interés fija anual de 0,5%, los cuales son administrados por las entidades fiduciarias Banco Unión y Banco de Desarrollo Productivo (BDP).
El 19 de mayo de 2021, el Gobierno promulgó el Decreto Supremo 4509, que modifica los artículos 5 y 6 del Decreto Supremo 4424, del 17 de diciembre de 2020, ampliando la cobertura como beneficiarios de los créditos productivos al sector agropecuario que pertenece al Régimen Agropecuario Unificado (RAU), para la producción de alimentos y materia prima destinada a la sustitución de importaciones desde la producción primaria, principalmente de alimentos para abastecer el mercado interno, como la producción de trigo y algunas variedades de frutas.
Seprec registró 17.117 unidades productivas
El director del Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (Seprec), Álvaro Supúlveda, informó que durante 2022 se registró a 17.117 unidades económicas en todo el país. Se destaca el aporte de la entidad a la reconstrucción económica del país.
Supúlveda indicó que, del total de nuevas empresas, por actividad económica destaca el sector de venta por mayor y menor con 5.051 inscripciones, seguido por el de construcción con 2.269 inscripciones y luego transporte y almacenamiento, con 2.226 inscripciones.
Respecto a 2023, en el primer trimestre indicó que el Seprec registró 4.079 nuevas unidades económicas inscritas.
El Seprec inició las actividades de administración del registro de comercio de Bolivia a partir del 1 de abril de 2022.
A un año del inicio de servicios al público (al 31 de marzo de 2023), el Seprec también registró 78.120 unidades económicas que renovaron su matrícula de comercio, permitiendo la habilitación a las sociedades comerciales y empresas unipersonales para el ejercicio de comercio.
Gracias a las políticas públicas implementadas por el Gobierno nacional encabezado por el presidente Luis Arce, de abril a diciembre de 2022, se registró un 48,0% de reducción en la cancelación de matrícula de comercio de unidades económicas en comparación con 2021. Además en el primer trimestre de 2023 se registró una reducción del 34% en comparación con el mismo periodo de 2022”, indicó Sepúlveda.
Otro logro de la institución que contribuye al fomento de la formalización de la actividad comercial y a la integración de las unidades económicas se constituye en la implementación de nuevas tecnologías a favor del desarrollo empresarial del país y la reducción de costos en 50% para la inscripción de empresas unipersonales, y un 30% en trámites operativos, e incluso algunos a un costo cero.
“Con el firme compromiso de continuar con la nueva lógica de registro implementada por la entidad, el Seprec no solamente certifica el nacimiento de las nuevas empresas, además de otorgarles la seguridad jurídica necesaria, también se traduce en el puente para que estos sectores encuentren mayores oportunidades de negocios”, sostuvo la autoridad.
El Seprec incentiva la formalización de empresas, desarrollo empresarial, facilitando acceso a la información empresarial y comercial, además de generar programas de capacitación para incentivar la creación de nuevas empresas.