De momento, tanto las autoridades chilenas como YPFB permanecen atentas a la evolución de las condiciones climáticas, con la esperanza de poder reanudar las operaciones de descarga en los próximos días.
La descarga de combustible destinado a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en la terminal Sica Sica, ubicada en Arica, Chile, enfrenta retrasos debido a las adversas condiciones climáticas que afectan la costa norte chilena.
De acuerdo con el gobernador marítimo de Arica, Hugo Edmunds, se estima que las operaciones podrían reanudarse en los primeros días de agosto.
En una entrevista con PortalPortuario, Edmunds detalló las particularidades que hacen a la terminal Sica Sica especialmente vulnerable a las condiciones meteorológicas adversas, en contraste con el Puerto de Arica.
Explicó que la terminal Sica Sica, diseñada específicamente para la descarga de combustibles, opera mediante un sistema de tres boyas flotantes a las que se amarra el buque tanque.
Este diseño, aunque eficiente para su propósito, presenta mayores desafíos operativos en condiciones de oleaje intenso.
"El personal que maneja la operación está sobre las boyas, que se mueven con el oleaje. Esto representa una diferencia sustancial con respecto a un puerto convencional donde el personal opera desde tierra firme", explicó Edmunds, subrayando los riesgos adicionales que implica esta configuración.
Otro factor crítico es la orientación de la terminal. Mientras el Puerto de Arica está naturalmente protegido contra las olas predominantes del suroeste por su apertura hacia el norte, la terminal Sica Sica está expuesta directamente a estas condiciones.
Esta exposición resulta en límites operativos más estrictos, lo que se traduce en periodos de inactividad más prolongados durante episodios de mal tiempo.
El gobernador marítimo enfatizó que las condiciones invernales actuales exacerban estos desafíos.
"Los meses de junio y julio han sido particularmente difíciles para la terminal Sica Sica, mientras que el impacto en el Puerto de Arica ha sido menor", señaló.
Aunque se espera que el aviso de marejadas vigente concluya pronto, Edmunds advirtió que la reanudación de las operaciones no será inmediata.
"Existe un remanente de oleaje que persiste después de que se levanta la alerta. Los operadores de la terminal deben evaluar diariamente las condiciones y solicitar la autorización de la Capitanía de Puerto para reanudar actividades", explicó.
Esta situación de complejas operaciones portuarias retrasa el abastecimiento de combustible para Bolivia.
De momento, tanto las autoridades chilenas como YPFB permanecen atentas a la evolución de las condiciones climáticas, con la esperanza de poder reanudar las operaciones de descarga en los próximos días.
AEP/Mac